
No pasa nada porque pospongas tu ejercicio por unos días y ayudes a tu cuerpo a recuperarse. FOTO: Pexels.
Ejercicio
Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando haces ejercicio durante un resfriado
Contrariamente a la creencia popular, sudar mientras corres o caminas no acelerará tu curación. Lo mejor es descansar para ayudar al sistema inmune a cumplir con su cometido.
Por Marcos López
19 DE MARZO DE 2025 / 17:08
No importa que llueva, nieve o haga sol. Que haga frío o calor. Siempre es buen momento para beneficiarse del sinfín de efectos positivos que el ejercicio tiene para la salud. También cuando, como suele ocurrirte la mayoría de inviernos y algunos veranos, te has resfriado. De hecho, siempre se ha dicho que una buena caminata o carrera aceleran la cura de todo catarro. Lo que no es verdad. Por el contrario, no te van a hacer ningún bien. Así que toca quedarse en casa, acurrucarse en el sofá y recuperarse.
Adrián Rodríguez, entrenadora personal, explica que «el invierno es la época del año en la que no podemos evitar resfriarnos, y entrenar cuando estamos acatarrados puede resultar arriesgado. Así, que sea recomendable o no depende de la gravedad de la sintomatología y del tipo de actividad física que se esté realizando».


Tienes que ser considerado con los demás
Nadie está libre de los catarros y enfermedades respiratorias varias asociados al invierno. De hecho, la población adulta de nuestro país contrae cada año una media de dos a cinco resfriados comunes, la mayoría en la época invernal. Y en el caso de los niños es aún peor: entre cuatro y ocho. Y cuando esto sucede, es mejor guardar reposo. No sólo por el hecho, como apunta la doctora Jen Caudle, especialista en Medicina de Familia y profesora de Medicina en la Universidad Rowan, «de estar exponiendo al resto de la gente a la enfermedad, especialmente en lugares cerrados como gimnasios, y hay que tener consideración con los demás». Sobre todo porque estás retrasando tu recuperación.
Sudar no acelera tu recuperación
Hay infinidad de estudios que demuestran que la práctica habitual de ejercicio físico potencia la actividad del sistema inmune. O lo que es lo mismo, hace que el deportista sea mucho menos proclive a pillar un resfriado o cualquier otra infección. Pero cuando los virus ya campan por el cuerpo es otro cantar. De hecho, como ha observado la Universidad de Arizona, la actividad física intensa añade aún más estrés a un sistema inmune que ya se encuentra suficientemente estresado luchando contra los patógenos. Sólo lograrás ponerte peor.
Por tanto, es una cuestión de intensidad. No únicamente del ejercicio, sino también del catarro y sus síntomas. Es cierto que, como revela la Universidad Normal de Jiangxi, sudar mientras trotas o caminas no te ayudará a curarte más rápido. Pero si se trata de un catarro leve tampoco te hará ningún mal. La clave está, indica la doctora Caudle, en si los síntomas se manifiestan por encima o por debajo del cuello.
Catarro leve: sal a la calle
Así, en caso de tener un resfriado leve, «con síntomas por encima del cuello, como serían la congestión nasal, los estornudos o el dolor de garganta, el ejercicio de intensidad leve a moderada, caso de caminar o montar en bicicleta, puede ser positivo», refiere Adrián Rodríguez, «pues en ocasiones la actividad física moderada puede ayudar a aliviar la congestión«.
En este caso, hay que ir poco a poco. Lo recomendable es que el ejercicio sea de menor duración e intensidad de lo acostumbrado, así como descansar el tiempo que sea necesario y no olvidar hidratarse adecuadamente.
Catarro fuerte: guarda reposo (mejor en cama)
Por el contrario, continua el entrenador personal, «si tienes congestión en el pecho, tos, dolor muscular generalizado, fiebre o cansancio, lo mejor es que pares para no retrasar tu curación». Además, y con independencia de la gravedad de los síntomas, «nunca hay que entrenar cuando se tiene fiebre. En este caso siempre hay que descansar. Mejor guardando cama», puntualiza la doctora Caudle.
En definitiva, lo más importante para decidir si hacer o no ejercicio es, incide Adrián Rodríguez, «que escuches a tu cuerpo. Si tus niveles de energía están bajos o te sientes peor durante o tras el entrenamiento, lo mejor es que te centres en recuperarte y posponer el ejercicio para cuando te encuentres mejor». No en vano, tampoco pasa nada porque aparques tu rutina por unos días. Como concluye la doctora Caudle, «si estás resfriado, tómatelo con calma. Estás enfermo y tu cuerpo está tratando de arreglarlo, por lo que lo mejor que puedes hacer es ayudarlo a que lo logre».
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