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Estimular el nervio vago con algo tan sencillo como reír ayuda a disminuir el estrés y la inflamación del organismo. FOTO: Pexels/ ©Liza Summer.

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Nervio vago: aprende a estimularlo con estos ejercicios para sentirte mejor

Hacerlo es clave para mejorar el sueño, combatir el estrés, mejorar la digestión e incluso reducir la inflamación del organismo.

Por Paka Díaz

19 DE FEBRERO DE 2025 / 17:00

El nervio vago es uno de los principales nervios del sistema nervioso. Se trata del nervio craneal más largo, que va desde el bulbo raquídeo al tórax y la cavidad abdominal. Además, es el componente principal del sistema nervioso parasimpático, que controla las funciones y actos involuntarios de nuestro cuerpo.

«La palabra latina vagus significa deambular, y eso es precisamente lo que hace este nervio por gran parte del organismo, extendiéndose a todos los órganos principales», explica Antonio Valenzuela, autor del libro Aprende a estimular tu nervio vago para sentirte mejor. Pero el fisioterapeuta aclara que, «como decía J. R. R. Tolkien, no todo el que vaga está perdido, ni mucho menos». De hecho, el nervio vago, «tiene un gran propósito, una misión bien definida: la de conectar el cerebro, el guardián de nuestra homeostasis, con el resto del cuerpo«.

Y como según explica en su libro, estimularlo puede tener múltiples beneficios para el organismo. Veamos cuáles son.

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Beneficios de estimular el nervio vago

Valenzuela apunta que «cuando la actividad del nervio vago está inhibida, decimos que tenemos un tono vagal bajo, que es sintomático de una mala salud física y mental«. Pero la buena noticia es que «está en nuestras manos mejorarlo. Aquí está la gracia del juego. Puedes estimular tu nervio vago a propósito cuando quieras».

Las ventajas de estimular el nervio vago son numerosas. Entre otras cosas, puede ayudar a mejorar el sueño, combatir el estrés, mejorar la digestión y reducir la inflamación de nuestro organismo. Pero además, Valenzuela explica que no es difícil hacerlo. «Un masaje suave en las orejas y el cuello puede ser una forma sencilla de estimularlo de forma natural. También lo activa reírse, estimular las cuerdas vocales, escuchar música o hacer gárgaras», enumera. Pero también hay otras formas de hacerlo para obtener todos sus beneficios.

Cómo estimular el nervio vago

El fisioterapeuta Antonio Valenzuela destaca cuatro maneras de estimular el nervio vago para activarlo y lograr todas sus provechos:

  • Ejercicio y yoga. El experto subraya que «el ejercicio físico es una de las intervenciones más poderosas para controlar el estrés, ya que libera endorfinas en el cerebro, poderosas sustancias químicas  que actúan como estimulantes del nervio vago”. No necesariamente se trata de levantar pesas en el gimnasio o entrenar para un maratón, dice. Sino que «un simple corto paseo por la oficina o estirarse durante un descanso en el trabajo puede ofrecer un alivio inmediato en una situación estresante». Además el yoga aporta grandes beneficios al reforzar la conexión mente-cuerpo.
  • Medita, aunque sea un poco. Además, Valenzuela comenta que «la meditación es una herramienta muy poderosa, que le quita trabajo al nervio vago, ya que convierte a nuestro cerebro en mucho más resiliente emocionalmente». También se pueden utilizar en ese sentido todas aquellas técnicas que incorporan la consciencia y la atención plena a elementos como la respiración, el canto, los mantras o el movimiento.
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  • Respiración lenta y consciente. El fisioterapeuta recalca que «la forma en que respiramos es la forma en que vivimos» y que, además, respirar tiene algo único: «podemos dejarla en manos del sistema nervioso autónomo, o controlar su ritmo sin problemas«. Cuando se controla, «se logra que el sistema nervioso autónomo deje de ser autónomo, dejamos de ser presos de nuestras emociones y estaremos estimulando nuestro nervio vago». Para maximizar los beneficios, recomienda aumentar el tiempo de exhalación para que doble al de la inspiración.
  • Ríete con frecuencia. Como el nervio vago, en la zona del cuello, pasa muy cerca de la garganta, Valenzuela apunta que «la vibración de las cuerdas vocales que se produce al cantar se amplifica en la laringe y esto, a su vez, hace vibrar el nervio vago, estimulándolo con intensidad». Así que aconseja cantar, tararear, hacer gárgaras o, mejor aún, reír «para estimular naturalmente al vago, y con él, la respuesta de relajación y bienestar de nuestro organismo».
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