
El efecto Dunning-Kruger hace que una persona sobreestima sus conocimientos sobre una materia. FOTO: Escena de Emily en París.
Mente
Qué es el efecto Dunning-Kruger, el fenómeno que le lleva a tu cuñado a creer que sabe más de lo que sabe
Este sesgo cognitivo es el responsable de que ciertas personas sobreestimen sus conocimientos sobre un tema en concreto.
Por Sara Flamenco
18 DE MARZO DE 2025 / 13:30
No falla. En toda cena familiar, siempre hay una persona que cree que tiene la razón en todo y son precisamente ellos quienes proponen los temas más conflictivos. Política, economía, feminismo… no hay un solo tema que les parezca lo suficientemente complejo como para no tener una opinión tajante sobre el mismo. Tú los llamas cuñados. Los psicólogos los llaman víctimas del efecto Dunning-Kruger.
«El efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo que se refiere a la tendencia de las personas con bajo nivel de habilidad o conocimiento en una área específica a sobrestimar su competencia«, informa la psicóloga Beatriz Galván. Al contar con poca experiencia o conocimientos sobre un tema, no reconocen su propia falta de habilidad, lo que les lleva a una sobreestimación de su competencia. Y, curiosamente, funciona al contrario con aquellas personas que sí tienen el conocimiento suficiente como para que el resto calle y escuche. «A medida que las personas adquieren más conocimientos y habilidades en un área, su autoevaluación tiende a volverse más precisa. Por lo tanto, aquellas personas con mayor competencia sobre un tema o área, suelen ser más conscientes de las complejidades del tema y, a menudo, subestiman su propia habilidad«, explica la experta.
Este efecto puede tener consecuencias en diversas áreas, como el trabajo, la educación y la toma de decisiones, puesto que aquellas personas que no son conscientes de sus limitaciones pueden actuar de manera imprudente o no buscar la ayuda que necesitan. «Comprender este efecto es útil en entornos educativos, ya que los docentes pueden trabajar para ayudar a los estudiantes a desarrollar una mejor autoconciencia de sus habilidades», asegura Galván.


Al entender este efecto y contrarrestarlo, se ayuda al desarrollo futuro del individuo ya que según cuenta Beatriz Galván, «las personas que sobreestiman sus capacidades pueden tomar decisiones inadecuadas o arriesgadas, ya que creen que están más preparadas de lo que realmente están». Además, también puede influir en la dinámica social y profesional, puesto que estas personas que se creen más capaces de lo que verdaderamente son pueden dominar conversaciones o grupos, lo que puede llevar a malentendidos y conflictos.
Cómo manejar el efecto Dunning-Kruger
El efecto Dunning-Kruger es relevante en psicología porque «resalta la importancia de la autoconciencia y la evaluación precisa de las propias habilidades», indica Galván. Esto es crucial para el desarrollo personal y profesional, así como para la interacción social efectiva. Por tanto, todos podemos desarrollar ciertas herramientas para ayudar a la otra persona a ser consciente de sus conocimientos reales en lugar de ofendernos y pensar que pecan de soberbia. Eso sí, Galván da una advertencia: «Recuerda que el cambio en la percepción de uno mismo puede llevar tiempo, y es importante ser paciente y comprensivo en el proceso». Veamos esas estrategias:
1. Fomentar la humildad intelectual: siempre hay más que aprender en todos los ámbitos, pero hay personas que consideran este hecho algo humillante, como si admitir que hay algo que no controlan, fuese una humillación. «Puedes compartir ejemplos de expertos en diferentes campos que continúan aprendiendo y desarrollándose», anima la experta.
2. Plantear preguntas abiertas: otro punto interesante es formular preguntas que le ayuden a reflexionar sobre su propio conocimiento y habilidades. No ser tú quien le de las respuestas directamente para que no se sienta menospreciado, pero ofrecerle la oportunidad de que se dé cuenta de su propio conocimiento por sí mismo.
3. Modelar la vulnerabilidad: «Comparte tus propias experiencias de aprendizaje y momentos en los que te has sentido inseguro o has cometido errores», anima Galván. Este simple hecho puede ayudar a normalizar el proceso de aprendizaje y la idea de que todos tienen áreas en las que pueden mejorar.
4. Proporcionar retroalimentación constructiva: en lugar de decirle al otro que está equivocado, la experta considera que es mejor señalar áreas concretas donde podría mejorar y proporcionar recursos para ayudarle a aprender.
5. Promover el aprendizaje continuo: el objetivo no es sólo hacerle ver su falta de conocimiento, sino ayudarle a adquirir una comprensión más profunda del tema tratado. Por ello, algo interesante podría ser animarle a buscar oportunidades de aprendizaje, como lecturas, cursos o talleres.
6. Evitar confrontaciones directas: «en lugar de desafiar frontalmente sus creencias, trata de abordar el tema de manera más sutil», aconseja. Las confrontaciones directas suelen llevar a una actitud defensiva y generan que la persona se cierre a nuevas ideas o a un pensamiento más flexible.
7. Crear un ambiente de apoyo: si en lugar de sentirse inferior, logramos que esté cómodo ante la idea de reconocer sus limitaciones, podremos evitar que continúe bajo el efecto Dunning-Kruger. «Fomenta un entorno donde se valore la colaboración y el aprendizaje mutuo», anima Galván.
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