
La actriz y presentadora Drew Barrymore es una de las celebrities más involucradas en visibilizar los síntomas de la perimenopausia. Foto: @drewbarrymore
SALUD HORMONAL
Estas son las pistas que te ayudarán a detectar si ya te encuentras en perimenopausia
Identificar este periodo de transición, que empieza hasta ocho antes años del fin de la regla, ayuda a adelantarse a ciertos síntomas y llegar a la menopausia más preparada para afrontar los cambios.
17 DE MARZO DE 2025 / 17:00
«Tengo tanto calor… Creo que acabo de tener mi primer sofoco de la perimenopausia. ¡Guau!» Esta frase fue pronunciada por Drew Barrymore, en directo en su programa de televisión. La actriz y presentadora, que en ese momento tenía 48 años, compartió con total naturalidad la sensación de este síntoma, uno de los más comunes a raíz del desequilibrio hormonal. Lo realmente llamativo no es tanto que hablara de un sofoco -uno de los síntomas más conocidos en esta etapa- sino que lo relacionara con la perimenopausia.
Con esta palabra «se hace referencia al tiempo durante el cual el cuerpo experimenta la natural transición que marca el final de los años reproductivos», define la doctora Deborah Labios, responsable de la Unidad de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Vistahermosa (Alicante), del grupo ASISA. Si bien su duración no sigue unos parámetros estrictos, por lo general, afirma la ginecóloga, este período suele oscilar entre dos y ocho años. Sin embargo, y de ahí que la confesión de Barrymore llame la atención, hasta no hace mucho esta transición se pasaba por alto.
Los primeros síntomas del baile hormonal
De hecho, la mujer, a pesar de notar cambios en su cuerpo, solía achacarlos al propio paso del tiempo. Dejando de lado algo tan evidente como que la mayor parte de esos «nuevos signos» tienen un origen hormonal. «En la perimenopausia, al bajar los niveles hormonales de estrógenos y progesterona producidos por los ovarios, la mayoría de las mujeres empiezan a notar síntomas como ciclos irregulares, ciclos más cortos, sofocos, alteración del sueño…», apunta la doctora Labios.


Si bien el calor repentino es uno de los signos más conocidos -el 75% lo padece-, no es ni mucho menos el único. La ginecóloga de ASISA menciona otros: «cambios en los ciclos menstruales (acortados, irregulares, inexistentes durante meses…), cambios en estado de ánimo, disminución de la libido, caída del cabello, redistribución de la grasa corporal, sequedad vaginal…». Lo más común es que se acentúen -y acumulen- según se acerca la menopausia. Es decir, de media, a partir de los 45 años. Aunque las investigaciones más recientes están detectando que más de la mitad de las mujeres que tienen 35 ya han experimentado alguna de esas sensaciones. Aun así, la doctora sostiene que si dicha sintomatología se presenta ya con 30 años, «es porque esa paciente, posiblemente, vaya a presentar una menopausia precoz o temprana«.
Signos de perimenopausia que sí se pueden medir
A esta cascada de síntomas en perimenopausia, que son, más o menos subjetivos, hay que sumar los que se pueden comprobar de forma objetiva. Deborah Labios señala entre ellos la pérdida de densidad mineral ósea, que se valora por densitometría; la subida de los niveles de colesterol; la disminución de la reserva ovárica y el aumento de peso. De hecho, cuando una paciente transmite que está viviendo algún tipo de síntoma, lo habitual es medir y revisar estos valores.
«Además, como especialistas deberemos pedir un perfil hormonal básico que incluya hormonas sexuales femeninas como son la FSH, la LF y el estradiol, así como un perfil tiroideo e incluso la prolactina», apunta la experta. Toda esta información es la que ayudará a determinar que la mujer se encuentra en perimenopausia. Detectar esta etapa no sirve solo para ponerle nombre sino para que la paciente tome cartas en el asunto y coloque su cuidado personal en primer plano.
El momento de adelantarse
De hecho, todos los expertos coinciden en que la perimenopausia es el mejor momento para empezar a abordar la menopausia. Como dice la doctora, se trata de una inversión a medio-largo plazo. «Por ejemplo, en esta etapa es importante controlar el peso, que puede subir por el enlentecimiento del metabolismo basal, adaptando la dieta a cada caso. Y casi o igual de importante es practicar deporte para mantener no sólo los kilos controlados, sino también para la salud osteoarticular y el mantenimiento de los músculos», subraya la experta de ASISA. Otra buen hábito en estos años tiene que ver con la suplementación guiada por un profesional. «Con péptidos de colágeno, calcio, vitamina D, magnesio, zinc, selenio…» Así como usar hidratantes vaginales o recurrir a tratamientos específicos.
A modo de conclusión, la ginecóloga insiste en que cuando una mujer sabe que está en perimenopausia y se cuida «va a llegar al siguiente escalón siendo más consciente de los cambios que va a presentar su cuerpo». Además, insiste, lo hará con la ventaja de estar cuidando de su salud antes, incluso, de que aparezcan ciertos problemas. «Lo más probable es que la transición sea menos traumática, menos sintomática incluso, y por tanto más gradual», concluye.
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