
El 70% de los colorantes naturales que se emplean en todo el mundo derivan del achiote. FOTO: Pexels.
Alimentación
Achiote, el condimento mexicano que reduce la inflamación y mejora tus defensas
Utilizada masivamente en todo el mundo como colorante alimentario natural, el achiote no sólo llenará tus platos de color y sabor, sino que también mejorará la salud de todo tu cuerpo.
Por Marcos López
21 DE MARZO DE 2025 / 13:45
Eres un enamorado de la comida mexicana. De sus platos llenos de color y sabor. De su picante. Pero por muy asiduo que seas a los tacos, quesadillas, enchiladas y nachos, es muy posible que desconozcas uno de los condimentos más ampliamente utilizados en la cocina tradicional azteca.
El achiote es una especia que se extrae de las semillas del arbusto «Bixa orellana», originario de las tierras de Centro y Sudamérica. De un color que, en función de su proceso de extracción, varía entre un amarillo y un rojo muy intensos, razón por la que los pueblos precolombinos lo emplearon durante siglos como pigmento para decorar su piel, teñir sus vestimentas e, incluso, como protector solar y repelente contra insectos. Un uso cosmético que, junto al medicinal y, sobre todo, culinario, aún perdura en la actualidad.


Lara Garcelán, dietista-nutricionista de HM Hospitales, destaca que «se trata de una especia con varios efectos positivos para la salud debido a su riqueza en compuestos bioactivos. Es una fuente natural de antioxidantes, especialmente tocotrienoles (un tipo de vitamina E con alto poder antioxidante), carotenoides como la bixina y norbixina, y flavonoides. También aporta fibra dietética, que favorece la salud intestinal, y contiene minerales como el calcio y el magnesio, beneficiosos para los huesos».
El colorante natural más usado en todo el mundo
A día de hoy, el achiote se utiliza principalmente como colorante alimentario. Hasta el punto de que, según ha observado la Universidad Federal de Paraíba, en torno a un 70% de los colorantes naturales que se emplean en todo el mundo derivan del propio achiote. Por lo general en quesos, yogures, aperitivos y zumos. Da igual. Lo verdaderamente importante de este condimento no reside en el vistoso color ni en el sabor, ligeramente dulce y picante, que aporta a tus platos, sino en su interior.
Reduce la inflamación
El achiote contiene compuestos fitoquímicos que, como apunta Lara Garcelán, «ayudan a combatir el estrés oxidativo y reducir la inflamación en el cuerpo». Concretamente, sus carotenoides –bixina y norbixina–, tocotrienoles, terpenoides y flavonoides han demostrado actividad antioxidante, «lo que puede proteger a las células del daño causado por los radicales libres. Esto podría ayudar en la prevención del envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas como las cardiovasculares», resalta la experta.
Destruye los microbios
Da igual que sea invierno o verano. Toda ayuda que reciba el sistema inmune es más que bienvenida. Por ejemplo, añadiendo a tus platos un achiote, pues como indica Lara Garcelán, «se ha demostrado que sus compuestos pueden ayudar a combatir bacterias y hongos«. Que además de invadir tu cuerpo deterioran tus alimentos. Por lo que no sólo cuida de tu organismo. También de tu despensa.
Cuida de tus ojos (y de todo tu cuerpo)
Los carotenoides de esta especia, sobre todo la bixina y la norbixina responsables de sus vivos colores, mejoran la salud ocular. De hecho, refiere la experta, «pueden ayudar a prevenir la DMAE, esto es, la degeneración macular asociada a la edad». Una enfermedad que constituye la principal causa de pérdida de visión irreversible en la población mayor.
Pero aún hay mucho más. Añadir este condimento a tus comidas, «puede, dado su contenido en minerales, contribuir al fortalecimiento de los huesos; y promover la mejora de la digestión, dado que su fibra dietética favorece el tránsito intestinal y podría contribuir a la prevención del estreñimiento».
No conviene abusar
Sin embargo, no es cuestión de, como (casi) todo en la vida, abusar del achiote. Utilizarlo en las cantidades marcadas en las recetas es totalmente seguro, pero aún no se sabe del todo si su uso en exceso no conlleva problemas para la salud. De hecho, se han documentado reacciones alérgicas a este condimento que, por cierto y como suele suceder con todos los picantes, puede empeorar los síntomas de algunos trastornos gastrointestinales.
Como concluye la especialista en Dietética y Nutrición, «el achiote es una especia segura cuando se usa en cantidades normales en la dieta, pero su consumo debe evitarse o limitarse en personas con trastornos gastrointestinales como la gastritis o el síndrome del intestino irritable, ya que puede irritar el tracto digestivo; en aquellas alérgicas al propio achiote, pues aunque es poco común pueden desarrollar reacciones adversas; y en mujeres embarazadas o lactantes, dado que si bien no hay evidencia de toxicidad se recomienda un consumo moderado y consultar con un especialista».
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