
La dieta del guerrero es un tipo de ayuno intermitente. FOTO: Escena de Come, reza, ama.
Alimentación
La dieta del guerrero: los riesgos y beneficios del ayuno intermitente más extremo
Analizamos los pros y los contras de este régimen que consiste en restringir la alimentación durante 20 horas y ampliar tu dieta las cuatro horas restantes.
Por Sara Flamenco
13 DE ABRIL DE 2025 / 08:00
El ayuno intermitente lleva unos años siendo el gran protagonista de las conversaciones nutricionales. Sus potenciales beneficios incluyen la pérdida de peso, la mejora de la salud cardiovascular, la reducción de la inflamación y la reparación celular, lo que lo han convertido en un estilo de vida para muchas personas. Sin embargo, es esencial considerar que estos efectos pueden variar según el individuo.
«Algunas personas pueden experimentar dificultades para mantener este régimen a largo plazo y podrían presentarse efectos secundarios como irritabilidad, fatiga o dificultad para concentrarse», advierte Esther Montoliu, nutricionista y directora técnica de Minerva, Unidad de Obesidad y Sobrepeso de Clínicas Dorsia.
Existen diferentes modalidades de ayuno intermitente dependiendo de la cantidad de horas en las que no se ingiere ningún alimento. Está el ayuno 12:12, en el que no comes durante la mitad de las horas del día; el ayuno 16:8, que amplía más la ventana de ayuno y sólo deja ocho horas al día para ingerir alimento; el ayuno en días alternos… y también existe un tipo de ayuno que ha pasado a denominarse la dieta del guerrero porque imitaba el estilo de vida de los antiguos guerreros, que luchaban durante el día y comían sólo por la noche, en un festín colosal. Analicémosla detenidamente.
En qué consiste la dieta del guerrero
La Dieta del Guerrero fue creada por Ori Hofmekler, antiguo miembro de las Fuerzas Especiales israelíes. En su libro The Warrior Diet, definió este concepto en el cual consumía pequeñas porciones de ciertos alimentos durante 20 horas, ampliando su dieta las cuatro horas restantes.


Este tipo de alimentación levanta ciertas suspicacias entre los profesionales al tratarse de un régimen muy restrictivo, por lo que aconsejan «que cualquier persona que considere este tipo de dieta lo haga bajo supervisión profesional para asegurar que se satisfacen las necesidades nutricionales y se minimizan riesgos», advierte la experta. Existen diferentes versiones, pero el autor destaca un plan de alimentación que se divide en tres fases:
- Primera fase: esta primera fase está diseñada para desintoxicar el organismo. En ella, se pueden consumir alimentos como zumo de verduras, caldo claro, huevos duros y frutas y verduras crudas durante 20 horas al día. Durante las cuatro horas restantes, los platos permitidos son ensaladas con aceite y vinagre, judías, pequeñas cantidades de queso y verduras cocidas.
- Segunda fase: en la segunda parte del plan alimenticio, se come lo mismo durante la ventana de semiayuno de 20 horas, seguida de una ventana de alimentación de cuatro horas un poco diferente. Además de lo permitido en la primera fase, se pueden consumir alimentos ricos en proteína como carnes, pescados y legumbres, además de ciertos hidratos de carbono como la quinoa, semillas o los frutos secos. Eso sí, durante esta fase debes evitar los cereales y el almidón durante esta fase.
- Tercera fase: la tercera y última parte de la dieta del guerrero alterna uno o dos días de alimentación alta en carbohidratos durante el periodo de 4 horas, continuando con días de alto contenido en proteínas y bajo en hidratos de carbono.
Pros y contras de la dieta del guerrero
«Entre los posibles beneficios se incluyen la pérdida de peso y una mayor flexibilidad metabólica. Sin embargo, este régimen es bastante restrictivo y puede no ser adecuado para todos», advierte Montoliu. En su libro, Hofmekler establece ciertos beneficios de la dieta del guerrero, que no dejan de ser los mismos que el ayuno intermitente en términos generales. Asegura que ayuda a la salud cognitiva, basándose en ciertos estudios con animales que aseguran que reducen los marcadores inflamatorios del organismo, lo que ayuda a mejorar la memoria y disminuye el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Y además de estos beneficios antiinflamatorios, también puede favorecer el control del azúcar en sangre, basándose también en un estudio realizado con personas diabéticas.
Pero también entraña sus riesgos, como Esther Montoliu asegura: «La seguridad del ayuno intermitente, incluida la Dieta del Guerrero, depende de diversos factores individuales como el estado de salud general, objetivos personales y la capacidad para mantener el régimen», indica. Aunque puede ofrecer ciertos beneficios para personas que no sufran ningún tipo de patología y cuyos objetivos se alineen con lo que ofrece, Montoliu prefiere «enfoques más equilibrados y sostenibles para promover una salud óptima y mantener hábitos alimenticios a largo plazo».
Entre los peligros de la dieta del guerrero, Montoliu destaca la «dificultad para obtener todos los nutrientes necesarios en una ventana de alimentación tan corta». Y es que cuatro horas no es tiempo suficiente para consumir todos los nutrientes que el organismo necesita para mantenerse en óptimas condiciones. Pero es que además, este régimen puede hacerte «desarrollar una relación poco saludable con la comida, debido a la restricción prolongada», además de tener «posibles efectos secundarios como fatiga, mareos o irritabilidad«.
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