Ocho alimentos saludables que te ayudan a evitar las jaquecas

El día se ha puesto cuesta arriba por una migraña que no te da tregua. No puedes concentrarte y visitas el botiquín en busca de un analgésico que destierre ese dolor de cabeza que padece hasta un 12% de la población española, en el 80% de los casos mujeres. Pero tampoco es necesario recurrir a las pastillas. La solución también se encuentra en muchos casos en tu cocina.

El origen de las migrañas –y de los dolores de cabeza en general– es muy diverso. Deshidratación, hambre, tensión muscular y falta de sueño se encuentran entre los más comunes. También, indica Rocío del Pozo, dietista-nutricionista en el Consultorio Médico Los Ángeles de Madrid, “hay algunos alimentos y nutrientes como el alcohol, la cafeína, el queso y el chocolate que desencadenan la temida migraña”. Pero también hay una cara opuesta en la que figuran alimentos cuyos nutrientes te ayudarán a aliviar esa jaqueca.

Plátanos

El hambre causa dolor de cabeza. Así que la solución está clara: tienes que comer. Por ejemplo, una fruta rica en fibra como el plátano. La fibra ralentiza la digestión y te ayuda a sentirse saciado. Pero sus beneficios van más allá: también regula el sistema gastrointestinal y contribuye a la salud del eje intestino-cerebro, por lo que probablemente disminuya el riesgo de trastornos del sistema nervioso central como las migrañas.

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Té de menta

El dolor de cabeza es un síntoma común de la deshidratación. Así que recuerda beber una cantidad suficiente de agua cada día, sobre todo después de hacer ejercicio. Y ya puestos, ¿por qué no elegir algo con más sabor? El té de menta se presenta como una opción ideal, pues el mentol, componente principal de la menta, ha demostrado tener un efecto analgésico.

Bebidas descafeinadas

El exceso de cafeína es fuente de migrañas. La cafeína estrecha los vasos sanguíneos del cerebro, lo que origina el dolor de cabeza. Pero cuidado: si tienes por costumbre cargar tu día de tazas de café, privarte de golpe de tu dosis de cafeína tendrá el mismo efecto negativo. Los vasos sanguíneos cerebrales se ensancharán en demasía, dando lugar a una nueva migraña. Es el momento de reducir la ingesta de cafeína. Poco a poco: reduce el número de tazas a lo largo de varias semanas, y si echas de menos el café siempre puedes recurrir al descafeinado.

Sandía

La clave es otra vez la mala hidratación. Y aquí la sandía, compuesta en más de un 90% de agua, es un alimento idóneo. Además tiene electrolitos que, como el potasio, se pierden con el sudor durante la deshidratación. Pero no hay que llegar a estos extremos: recuerda beber una cantidad suficiente de agua todos los días.

Legumbres

Las legumbres, como los garbanzos o las alubias negras, son ricas en fibra y proteínas, por lo que te ayudarán a sentirte saciada  y acabar con las migrañas causadas por el hambre. Y a ello se suma que las alubias contienen una gran cantidad de magnesio, mineral que ya ha demostrado su eficacia tanto en la prevención como el alivio de los dolores de cabeza.

Cereales integrales

Una vez más, saltarte una comida provocará que tus niveles de azúcar en sangre se encuentren bajo mínimos, lo que dará lugar a una jaqueca. Los cereales integrales, como la quinoa y la avena, contienen, explica la experta en dietética y nutrición, “carbohidratos complejos que se metabolizan de forma gradual y proporcionan una liberación lenta y constante de glucosa”. Todo ello sin olvidar su alto contenido en fibra, que ralentiza la digestión y absorción de estos carbohidratos, lo que ayuda a mantener unos niveles estables de azúcar en sangre.

Verduras de hoja verde

Entre otras, acelgas y espinacas. Ricas en magnesio y antioxidantes como la vitamina C y betacarotenos que actúan frente a la migraña al reducir dos de sus principales causas: el estrés oxidativo y la inflamación. También en riboflavina y vitamina B, que disminuyen la frecuencia y la intensidad de estas migrañas.

Alimentos fermentados

Entre otros muchos, el yogur y el miso, que contienen una alta cantidad de probióticos que mejoran la conexión entre el intestino y el cerebro. El resultado es un efecto antiinflamatorio. Rocío del Pozo concluye que “dado que las migrañas y los dolores de cabeza en general se asocian a la inflamación, toda dieta antiinflamatoria, de la que los alimentos fermentados pueden formar parte, resulta de gran ayuda».