El café negro y el té verde son dos de las bebidas favoritas./ Foto: Getty.
Alimentación
Qué beben (y qué no) las personas de las zonas azules para ser las más longevas del planeta
Agua, café, té verde, té negro y vino tinto son las cinco bebidas que se consumen a diario en las áreas del planeta que acumulan mayor número de personas centenarias.
Por Marcos López
30 DE MARZO DE 2024 / 08:30
Los habitantes de las «zonas azules», esto es, las áreas del planeta catalogadas como las más saludables para vivir y que acumulan un mayor número de personas centenarias, lo han dejado muy claro: la clave para para disfrutar de una vida larga y saludable es alimentarse bien. Pero parece que no se trata únicamente de priorizar las comidas en las que abunden los vegetales ricos en carbohidratos complejos, se restrinjan los pescados y lácteos y se limiten aún (mucho) más las carnes. También hay que anteponer el consumo de aquellas bebidas que son beneficiosas para la salud.
Concretamente, Dan Buettner, periodista que ha desentrañado los secretos de la longevidad de las cinco regiones azuladas durante más de 15 años –Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Nicoya (Costa Rica), Ikaria (Grecia) y Loma Linda (California)–, ha identificado que las bebidas que comúnmente se consumen a diario en estas privilegiadas regiones son el agua, el café, el té verde, el té negro y el vino tinto.
Agua
No hay mucho que decir. El 60% del cuerpo humano es agua y hay que beberla no para calmar la sed, sino para proporcionarle el componente principal de sus células, tejidos y órganos. Y para hidratarse, mejor recurrir al agua que a todas esas bebidas que, tan de moda, están llenas de azúcares añadidos y resultan tan poco saludables. Lo idóneo, como hacen en las zonas azules y recuerda Buettner, es beber seis vasos diarios de agua.
Café negro
La segunda bebida más consumida en las zonas azules es el café negro, que como destaca Buettner, «además de un elevado contenido en antioxidantes se asocia a una reducción del riesgo de enfermedades como la diabetes y el Párkinson». Pero sus efectos positivos, derivados principalmente de su contenido en cafeína, van mucho más allá. Entre otros, menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, de depresión y de distintos tipos de cáncer; y mejora de la salud digestiva.
Un apunte: al contrario de como sucede en el resto de zonas azules, en Okinawa no se toma café. Pero, puntualiza Buettner, «Kioto, que es otra área en la que se disfruta de una longevidad extraordinaria, tiene el mayor consumo de café de todo Japón». Así que para vivir más años toca tomar café. Por ejemplo, para eliminar la somnolencia matutina, como acostumbran en Cerdeña, o a lo largo de toda la jornada, como hacen, con tazas menos cargadas, en Nicoya. Pero para que no interfiera con tu ciclo de sueño, mejor no dejar una última taza para después de las tres de la tarde.
Té verde
Entonces, ¿cuál es la bebida predominante en Okinawa? El té verde. Y en grandes cantidades. Buettner puntualiza que «lo ideal sería tomar hasta siete, pero tres tazas de té verde al día son suficientes para aumentar en cuatro años la esperanza de vida con salud. Muy probablemente, por su contenido en catequinas».
Pero no son únicamente las catequinas que, como constata la Universidad de Ciencias de la Salud de Lituania, protegen al organismo frente al estrés oxidativo. También es rico en cafeína; en polifenoles que combaten la inflamación, caso de los flavanoles que, como muestra la Universidad Estatal de Oklahoma, protegen frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares; y en L-teanina, aminoácido que facilita la relajación corporal y ayuda a conciliar el sueño. ¿Tomas demasiada cafeína? Pásate al té verde.
Té negro
O también al té negro, que igualmente es rico en cafeína, polifenoles, flavanoles y L-teanina. Además, y frente a su «primo» verde, es, como revela un estudio del Instituto Chino de Investigación del Té, es más eficaz a la hora de potenciar la salud digestiva. Pero recuerda, tiene cafeína, por lo que no es recomendable tomarlo pasadas las tres de la tarde. Tampoco el verde.
Vino tinto
Las personas que «a lo largo de la mayoría de su vida adulta toman uno o dos vasos de vino tinto al día, o incluso tres como hacen en Ikaria, viven más que aquellas que son abstemias», indica Buettner. A su vez resalta que «sobre todo cuando se acompaña de comida, especialmente en el marco de una dieta mediterránea, con la toma un vaso de vino se triplica la ingesta de flavonoides. Así, y sumado al consumo de un puñado de frutos secos, este par de vasos diarios aumentan la esperanza de vida en dos años».
El consumo moderado de vino tinto tiene numerosos beneficios para la salud, entre otros un menor riesgo de formación de cálculos renales, una mejora de la digestión de proteínas, un efecto anticoagulante, una regulación del estado de ánimo a través de la liberación de endorfinas, y un efecto antibacteriano y antihistamínico.