
Cuando esta primera línea de defensa cutánea presenta algún problema se traduce en un estado inflamatorio. FOTO: Unsplash.
BELLEZA
Por qué es tan importante cuidar la función barrera de tu piel
Responsable de protegernos de los daños externos, la inflamación y la pérdida de agua, cuando este mecanismo se altera no hay tratamiento cosmético o estético que pueda dar buenos resultados.
27 DE MARZO DE 2025 / 17:00
Muchas veces no identificamos qué le pasa a nuestra piel. Pequeñas rojeces, sensación de picor o tirantez, brotes esporádicos de granitos, molestia… Sensaciones más o menos subjetivas -de hecho, la mayoría no se ven- que, sin embargo, tienen un claro origen: una función barrera alterada. «Cuando esto sucede, la estructura epidérmica se desordena. En consecuencia hay una mayor pérdida de agua, la sequedad tiende a ser extrema y, por ello, las sustancias nocivas pueden penetrar con mayor facilidad y agredir aún más la piel», explica María Vitale, medical manager dermatology de Cantabria Labs.


En definitiva, cuando esta primera línea de defensa cutánea presenta algún problema se traduce en un estado inflamatorio que termina por hacerse crónico. ¿El resultado? Más allá de esos signos tan molestos que no terminamos de relacionar con ninguna patología, acelera el proceso de envejecimiento. Es más. Si esa función barrera no se encuentra en forma no se obtendrán buenos resultados de ningún tipo de tratamiento rejuvenecedor, ya sea cosmético o medicoestético.
La barrera cutánea es mucho más que un escudo
Para empezar, es importante definir en qué consiste la función barrera. Lo más sencillo es identificarla con la barrera propiamente física de la piel, es decir, con las capas más externas (epidermis) y sus proteínas, que nos protegen de factores externos, como la radiación solar, la polución… Pero, como señala la dermatóloga, va mucho más allá. «También se refiere a la barrera química que se encarga de evitar la pérdida transepidérmica de agua. La microbiológica, responsable del microbioma cutáneo; y, no menos importante, la barrera inmunológica, que evita que las sustancias pro-inflamatorias actúen».
Cuando alguno de esos niveles se ven dañados, se desencadena la alteración. Entre los principales agresores se encuentran algunos tratamientos cosméticos -activos irritantes, exceso de exfoliación…-; la radiación solar y la contaminación; el estrés, la mala alimentación y la falta de sueño; y el déficit de hidratación. También influye el momento del año. «Durante el invierno, hay que cuidar mucho la hidratación cutánea. Mientras que en verano, la prioridad, además de hidratar, sería el uso frecuente de fotoprotección«, recuerda Vitale.
¿Proteger o reforzar la función barrera?
En cualquier caso, la experta de Cantabria Labs insiste en que el cuidado de este mecanismo debería estar presente en la rutina diaria de cualquier persona. «Ya que una función barrera activada y fortalecida contribuye a tener una piel sana, y esa es la base para que luzca mejor», añade. A la hora de cómo hacerlo, Vitale comenta dos estrategias. La pasiva consiste en defender la piel de las agresiones externas y, así, evitar que se evapore el agua. «Eso se lograría, por ejemplo, aplicando una sustancia oclusiva sobre la piel». La vaselina es un clásico en este sentido. Pero, actualmente, se sabe que lo idóneo es apostar por una estrategia activa.
«Es decir, actuando sobre las distintas barreras funcionales (física, química, microbiológica, inmunológica) e interactuando con la piel para lograr que sea más resistente y fuerte», apunta. Para conseguirlo, la dermatóloga recurre a «agentes hidratantes que, al mismo tiempo, sean capaces de retener el agua; fotoprotectores; agentes que combatan el inflammaging y otros que interactúen con las proteínas involucradas en fortalecer la piel».
Hialurónico y niacinamida, un gran combo
En concreto, hay dos activos que son muy interesantes para mantener la función barrera en plena forma durante todo el año. Uno de ellos, es un viejo conocido: el ácido hialurónico. «Tiene una alta capacidad hidratante que va a reforzar el contenido hídrico de la barrera y que va a retener al mismo tiempo la humedad en la piel», subraya la doctora. Además, proporciona un efecto confort inmediato. Junto a él, un ingrediente que se ha colado en la conversación cosmética. Se trata de la niacinamida. ¿Por qué es tan importante? «Porque va a actuar de una forma activa, interactuando con proteínas estructurales de la piel, como la involucrina y la filagrina. De este modo, la barrera cutánea se fortalece enormemente», destaca María Vitale.

Además, se ha demostrado que también reduce la pérdida transepidérmica de agua, incrementa la síntesis natural de ceramidas, reduce la sensibilidad de la piel y estimula la renovación de las células cutáneas. Por todas esas razones, este combo es el ingrediente estrella del nuevo Endocare Age Barrier Niacinal, de Cantabria Labs. Además, el sérum cuenta con una tecnología propia de Cantabria Labs, que se llama Edafence. Un extracto de una planta gramínea (deschampia antartica) que protege frente a los agentes agresivos externos, en particular, la polución ambiental.
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