Estos son los cinco tratamientos de belleza que mejor funcionan al cumplir los 50

¿Alguna vez has soñado con una versión mejor de ti misma?  Más joven; más bella; más perfecta… Este es el tentador mensaje que recibe Elisabeth Sparkle (Demi Moore) en La Sustancia. En la película, nominada a cinco Oscar, Moore, que da vida a una estrella de cine a la que despiden al cumplir los 50, sucumbe al eslogan. ¿Lo mejor? Sólo necesita un pinchazo. Aunque sus efectos no tienen nada que ver con los que se encuentran actualmente en el mercado, el film pone sobre la mesa aspectos como el peligro de los tratamientos de belleza; la tiranía de la eterna juventud o la presión social para conseguirlo.

Más allá de esta visión extrema -cercana incluso al cine gore-, lo cierto es que las mujeres mayores de 45 años son las principales pacientes en las consultas de medicina estética de nuestro país. Según el último informe de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), representan casi el 40% de los tratamientos de belleza. «Es la edad en la que empiezan a notar un cambio, sobre todo, en la tersura de la piel», afirma la doctora Flavia Bonina, directora médica de la Clínica Doctora Bonina. De hecho, es bastante frecuente que se trate de mujeres que nunca se habían hecho nada porque se veían bien y, de repente, ya no es así…

La piel en menopausia

Una de las principales razones de ese cambio tan repentino es el desequilibrio hormonal. Tanto, que la Academia Española de Dermatología estima que un 87% de las mujeres en menopausia notan que su piel ya no es la de antes. Por un lado, la caída de estrógenos provoca mayor flacidez y fragilidad cutánea. Por otro, la subida relativa de andrógenos puede originar brotes de granos y poros más dilatados. Además, como advierte la doctora Bonina, «la producción de colágeno se ralentiza. A los 50 años, la cantidad de esta proteína, responsable de la firmeza, llega a disminuir un 50%».

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Ante todos estos signos, la medicina estética propone soluciones cada vez menos invasivas, más efectivas y, ante todo, sin rastro de huella estética. «En definitiva, se trata de conseguir que ese tejido mejore. Ni rellenarlo, ni hincharlo, ni congelarlo. Lo que buscamos es mantener la expresión y fisonomía de la paciente sobre una piel cuidada, hidratada y luminosa», sostiene la doctora Sofía Ruiz del Cueto, de la Clínica Mira+Cueto. Estos cinco tratamientos de belleza permiten alcanzar este objetivo una vez que se pasa la barrera de los 50. 

Empezar por la base

Flavia Bonina insiste en que cuando se acerca la menopausia no todo es combatir la flacidez. «Los léntigos -o manchas solares- también tienen un efecto poco favorecedor. Si no se unifica el tono y se trata primero la calidad de la piel, ésta no podrá lucir bonita por mucho que se vea más tersa», aconseja. Para ello, el láser se convierte en un gran aliado. En este sentido, en Olalla Álvarez Aesthetic recomiendan el tratamiento Shine Bright (320 euros). Un protocolo que combina un peeling químico superficial con la aplicación del láser Génesis. Esta tecnología restauradora calienta las capas medias de la dermis -sin provocar molestia alguna- dejando el tono más uniforme y luminoso y mejorando también la textura. Se completa con una mascarilla y fototerapia led. La tecnología IPL también

Atacar la flacidez, objetivo a partir de los 50

Para hacer frente a la principal preocupación estética en menopausia, la doctora Bonina apuesta por el protocolo Anti-Flacidez 50+ (desde 1.100 euros). Consiste en intercalar dos tipos de tratamientos para que se potencien entre ellos. Primero, la tecnología Morpheus 8. Se trata de una radiofrecuencia médica fraccionada que se aplica con microagujas de oro, estimulando la producción de colágeno por partida doble: con el efecto mecánico de los pinchazos y el efecto térmico. Esto ya minimiza las arrugas y crea un efecto de tensado, sobre todo en el tercio inferior del rostro y la papada. Posteriormente, se infiltra Sculptra en el marco de la cara. Sus micropartículas de ácido poli-L-láctico actúan en el fibroblasto, haciendo que este genere aún más colágeno.

Por su parte, desde la Clínica Mira+Cueto suelen recomendar para este problema el tratamiento con Ultherapy. «Son ultrasonidos focalizados específicos para tratar la flacidez. Actúan accediendo a planos profundos, incluso quirúrgicos, consiguiendo un estímulo de colágeno que se traduce en un tensado cutáneo progresivo cuyo efecto dura hasta un año». explican. Además, destacan, «es el único lifting sin cirugía avalado por la FDA, responsable de avalar medicamentos en América».

Lo más buscado: el efecto regenerativo

Como en todo, la medicina estética también sabe de tendencias. A día de hoy, casi todo el mundo sabe lo que es el bótox y los neuromoduladores. Pero cada vez se oye más frecuentemente hablar de tratamientos de belleza de efecto regenerativo. Entre ellos, se encuentran los bioestimuladores de colágeno. La doctora Beatriz Beltrán, al frente de la clínica que lleva su nombre, aconseja la infiltración, según cada caso, de «hidroxiapatita cálcica, ácido poliláctico,  policaprolactona y plasma rico en plaquetas».

El otro término del que no se para de hablar son los exosomas. Por el momento, las autoridades sanitarias aprueban su aplicación tópica, a nivel epidérmico, y siempre con sustancias de origen vegetal. Aunque los médicos estéticos coinciden en que sus efectos son prometedores. En Inout Barcelona cuentan con un tratamiento estrella que incluye esta terapia regenerativa. Se llama Pro Exosome (360 euros por sesión) y consiste en aplicar exosomas de manera tópica, pero mediante una técnica que asegura una penetración más efectiva y directa del activo. Una vez absorbidos, se aplica un activo a la carta (ácido tranexámico, hialurónico, ferúlico…) y se deja actuar mediante terapia fotobiodinámica.