
Caminar como un gorila es muy divertido y mejorará tu fuerza, coordinación y equilibrio./ Foto: Puma.
Ejercicio
La caminata del gorila, el ejercicio fácil que mejora fuerza, coordinación y equilibrio a partir de los 50
Parece sencillo, pero el ejercicio que imita la marcha de este gran simio es muy exigente y te ayudará a ponerte en forma.
Por Marcos López
17 DE MARZO DE 2024 / 08:30
Corría el verano de 2001 cuando «El baile del gorila» de Melody aterrizó (y triunfó) en las pistas de baile de medio mundo. Y más de dos décadas después, son cada vez más las personas que vuelven a imitar los movimientos simiescos de la tonada en sus entrenamientos. Más concretamente, a seguir «la caminata del gorila», un ejercicio en el que se involucran los principales grupos de músculos del cuerpo, incluidos los del core, y algunas de las articulaciones que soportan una mayor tensión, como muñecas y cadera.
El ejercicio, como su propio nombre indica, recrea la manera en la que se desplazan estos grandes simios, lo que, explica Adrián Rodríguez, entrenador personal, «implica moverse simultáneamente en múltiples planos, lo que supone un gran desafío y pone a prueba nuestra fuerza, coordinación y equilibrio». Tal es así que, si bien beneficiosa a cualquier edad, esta rutina de entrenamiento resulta especialmente ideal cuando ya se han cumplido los 50.
Cómo caminar como un gorila
No es exactamente como se hacía en el baile de la canción. Lo primero que tienes que hacer es agacharte, como si fueras a hacer una sentadilla con los pies muy separados. Lo siguiente es cerrar cada mano en un puño y apoyarlos en el suelo, con lo que soportarán gran parte de tu peso. Es importante que mantengas una postura erguida y no arquees la espalda.


¿Ya estás en posición? Es el momento de caminar: levanta los puños del suelo, impulsa el cuerpo hacia delante y vuelve a apoyarlos –cuidado con las caídas–. Ahora impúlsate con ambas piernas, sepáralas del suelo y vuelve a apoyarlas a la altura de los puños. Ya has dado el primer paso. Pero no es te limites a moverte sólo hacia delante: también hazlo hacia atrás y lateralmente. Este último movimiento requiere más coordinación y exigencia.
Un ejercicio exigente y divertido
Hace millones de años que nuestros ancestros decidieron adoptar la postura bípeda. Pero no te extrañes si, ya sea en tu gimnasio o en la calle, ves a alguien que marcha como un gorila. Este ejercicio tiene un sinfín de beneficios. Y también es muy divertido. Únete. Todo tu cuerpo te lo agradecerá. Es el momento de que, una vez más y como cantaba Melody, «como los gorilas, todos caminamos».
Fortalece el core y los hombros
Es mucho más que hacer abdominales. Como cualquier otro ejercicio que requiera equilibrio, la marcha del gorila incluye movimientos laterales, los músculos del core, sobre todo los abdominales oblicuos, deben realizar un gran esfuerzo para estabilizarte –y que no te caigas–. Y a ello se suma que la postura de caminar a cuatro patas hace que el peso recaiga mayoritariamente en los hombros, que, a la larga, se verán muy fortalecidos.
Elimina la rigidez de las articulaciones
Pasas mucho tiempo sentado. Y cuando te levantas de la silla (o del sofá), es para avanzar en línea recta. Lo que provoca que, ante la falta de uso, los músculos flexores de la cadera se acorten y se vuelvan más rígidos. La solución se encuentra en «la caminata lateral del gorila, que mueve y estira las caderas en múltiples planos, no sólo hacia delante y hacia atrás, sino también de lado a lado y en un movimiento de rotación», destaca Adrián Rodríguez.
Pero no se trata sólo de la cadera: las muñecas también se mueven en múltiples planos, aumentan su flexibilidad y rango de movimiento.
Mejora la coordinación
Al caminar como un gorila, cambias el peso entre tus brazos y piernas, lo que requiere, además de equilibrio y estabilidad, una gran coordinación muscular. Sobre todo en los movimientos laterales. También es posible que notes que la sincronización (y fortaleza) de tus extremidades superiores e inferiores es mayor en un lado que en el otro. No te preocupes. Es normal. Con la práctica conseguirás que ambos lados, «bueno» y «malo», se fortalezcan y se pongan a la par.
Fortalece el corazón
Los gorilas lo dominan a la perfección. Los humanos, no tanto. Y aunque lo parezca, no es nada fácil. Como indica el experto, «alternar el peso entre las extremidades requiere un gran esfuerzo. Tu corazón tendrá que ponerse a trabajar». Prepárate para sudar.
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