
La importancia de los ejercicios de equilibrio / Unsplash
Cuerpo
¿Por qué son tan importantes los ejercicios de equilibrio y cómo nos ayudan?
El equilibrio nos permite andar, quedarnos quietos... Al mismo tiempo que nos da esa libertad e independencia del movimiento. ¿Por qué es importante que trabajes el equilibrio en tu entrenamiento?
Por Sara Hormigo
13 DE MAYO DE 2022 / 06:18
¿Te has parado a pensar alguna vez la importancia que tiene el equilibrio para todo en la vida? El equilibrio personal, que implica una pareja estable o estar feliz con uno mismo, la salud de la familia, unas buenas relaciones sociales… El equilibrio alimenticio, así como tener unos hábitos de vida equilibrados, es decir, realizar ejercicio de forma asidua, llevar una dieta saludable… Y el equilibrio mental, es la armonía que existe entre alma, cuerpo y mente, y que depende en gran cantidad de los pensamientos que generamos a diario.
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El equilibrio, por tanto, es fundamental en todos los sentidos de la vida, y por supuesto, el origen más primitivo de esta palabra es el que atribuimos a nuestro cuerpo a la hora de realizar determinados movimientos y mantenernos erguidos. Y es que el sentido del equilibrio comienza a formarse desde que estamos en el vientre materno y termina de desarrollarse durante los primeros años de vida. “Mantener el equilibrio nos permite poder andar, poder estar de pie en el suelo y movernos o quedarnos quietos. Y es que no podríamos desarrollar nuestro día a día y sus actividades si no lo tuviéramos. Esto hace que sea un sentido fundamental no solo para evitar caídas sino para poder ser 100% independientes, tanto en los quehaceres de nuestro día a día, como para seguir la rutina deportiva que nos hayamos marcado”, nos cuenta Sergio García Herrero, Fisioterapeuta, Director de Formación Hyperice en Iberia y propietario de TG Sport Clinic.

Cómo funciona el sentido del equilibrio
Según nos explica el experto, el cerebro recibe una serie de señales, las cuáles decodifica, de tal forma, que hace posible el sentido de equilibrio. Esto se debe a que nuestro cerebro identifica la posición de la cabeza en el espacio, lo que le permite coordinar sus movimientos con los reflejos motores, responsables de la postura y de la estabilidad de los ojos. “El equilibrio funciona a partir de una serie de señales que transmitimos al cerebro y que provienen de diferentes partes del cuerpo: ojos, oídos, receptores propioceptivos de la musculatura esquelética y articulaciones y receptores de la piel. Todos hemos oído hablar del líquido que se deposita en la zona de nuestros oídos, y que en ocasiones nos ha podido hacer pasar por un mal trago, sin embargo, va mucho más allá de los oídos, ya que todo se inicia y se debe al cerebro”, afirma
Son varios los órganos y partes del cuerpo involucradas en el equilibrio:
- El sistema vestibular del oído: se ubica en el oído interno y es en gran parte el responsable de nuestra estabilidad y equilibrio. Cuando giramos la cabeza el líquido que hay dentro del oído interno mueve unos pequeños cilios que hay en esta zona, y que, a su vez, mandan un mensaje al cerebro.
- La vista: porque a partir de ella podemos percibir nuestro entorno y ver dónde estamos situados.
- El sistema propioceptivo: son los múltiples sensores que tenemos distribuidos en el cuerpo y son encargados de enviar impulsos eléctricos al cerebro, que le indican dónde está nuestro cuerpo respecto del espacio.
La importancia de realizar ejercicios de equilibrio
Toda la explicación anterior es fundamental “para entender la importancia que tienen los ejercicios de equilibrio en nuestra rutina de entrenamiento y recuperación muscular”, afirma el fisioterapeuta.
Para trabajar e incluir los ejercicios de equilibrio en nuestro entreno, debemos llevar nuestra atención a mejorar la musculatura de dos partes del cuerpo que son claves: la espalda y el core, ya que esto nos ayudará a tener un centro corporal fijo y fuerte.
Además, “mantener una buena postura también es importante, ya que ayuda a mejorar la sensación de apoyo entorno al centro del cuerpo. Si no tenemos una buena postura, tenemos más riesgos de tener inestabilidades y, por consiguiente, perder el equilibrio e incluso sufrir lesiones. Por este motivo, desde Hyperice creemos que es de gran importancia introducir ejercicios concretos que nos ayuden a fortalecer nuestro cuerpo y a mantener el equilibrio. Además de ello, debemos tener en cuenta que una recuperación muscular posterior a cualquier sesión de ejercicio ayudará a nuestro cuerpo a mantenerse fuerte a la vez que relajado”, recomienda el experto.
6 ejemplos de ejercicios de equilibrio para que pongas en práctica
Sostenerse en T
Ponte de pie con los pies separados al ancho de tus caderas y eleva los brazos formando una T con el cuerpo. Luego debes mover tu peso hacia los pies, levantar los talones y mantenerlos despegados del suelo durante 10 segundos antes de volver a apoyarlos. Repite esto 10 veces, con el fin de aumentar la cantidad de tiempo que los talones se mantienen despegados cada vez.
Equilibrio sobre una pierna con movimiento
Igual al ejercicio anterior, con un plus. Por ejemplo, flexiona la rodilla o intenta tocarte la punta del pie.
Equilibrio de bíceps
Un ejercicio aún mejor si se realiza con peso. Cuando tengas controlado el equilibrio en una pierna, añade algo de peso. Ponte de pie, recto, con el peso de tu cuerpo distribuido de manera pareja entre las piernas y sostén una mancuerna. Puedes hacerlo también con alguna botella. Luego, despega la pierna derecha del suelo y flexiona la rodilla.
Sostenerse de pie con Crunch
Mientras te sostienes sobre una pierna, intenta levantar la otra delante de ti hasta que quede a un ángulo de 90 grados. Una vez que te sientas estable, haz un crunch hacia adelante y cierra las manos debajo de la pierna elevada. Este ejercicio trabaja los músculos principales, que son fundamentales para mantenerte estable.
Ejercicio sobre pelota de Pilates
Con un fitball o pelota Bosu, colócate en forma de plancha con los brazos apoyados sobre la bola, siempre con la espalda plana, ni demasiado elevada ni demasiado baja, sin arquear. Mantén la posición durante unos segundos y descansa.
Navasana o postura del barco
Una de las posturas favoritas en el mundo del yoga es el Navasana. Para ello, debes sentarte sobre tu esterilla con la espalda recta y las plantas de los pies apoyadas en el suelo. Sin curvar la espalda y abriendo el pecho, inclínate hacia detrás y eleva las piernas al mismo tiempo. Encuentra el equilibrio y, con la fuerza del abdomen, estira las manos a los lados de las piernas y coloca las piernas en ángulo recto. Cuando llegues a la postura final, y solo si no te cuesta mantener la espalda recta, estira las piernas. Con este ejercicio fortalecerás los músculos de las caderas y la espalda.
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