¿Pueden de verdad los geroprotectores alargar la vida? FOTO: Pexels.
CUERPO
Qué son los geroprotectores, los suplementos que aseguran que pueden frenar el envejecimiento
Estos compuestos están estudiados con la idea de alargar la vida o, al menos, conseguir que los años vividos sean de alta calidad.
Por María Corisco
07 DE FEBRERO DE 2025 / 13:15
No se puede detener el paso del tiempo ni pretender mantenerse en una juventud perpetua. Con la edad, los cuerpos van envejeciendo, pero este envejecimiento está dejando de verse como una mera acumulación de años, sino como un conjunto de procesos biológicos que pueden ser estudiados con la idea de alargar la vida o, al menos, conseguir que los años vividos sean de alta calidad. Este cambio de enfoque está dando lugar a nuevas áreas de investigación, y una de las más prometedoras es la de los geroprotectores.
Se trata, señala el doctor Ángel Durántez, pionero en España de la Medicina para el Envejecimiento Saludable, de «compuestos, tratamientos o estrategias, generalmente del ámbito farmacológico o de los suplementos nutricionales, que protegen o actúan sobre alguna de las marcas del envejecimiento descritas por el científico Carlos López-Otín«.
Por mucho que el concepto de los geroprotectores, y de las promesas que llevan implícitas, esté ahora haciendo mucho ruido y sea un campo de máxima actualidad en el mundo antiaging, el doctor Durántez advierte que «no se debe olvidar que estamos en el ámbito de la investigación en modelos animales, como gusanos, moscas o algún mamífero, o en tejidos. Pero todavía hay muy pocos estudios en humanos«. Tiene su lógica: si lo que se está buscando es que ese suplemento, ese fármaco, tenga un impacto sobre las marcas del envejecimiento, «es relativamente fácil estudiarlo en una mosca o un gusano, porque tienen una vida muy corta y en poco tiempo puedes ver ese impacto. Pero, en humanos, llevaría décadas de estudio llegar a conclusiones válidas sobre su eficacia».
Ensayo y error
Valorar si un geroprotector afecta a la longitud de los telómeros, los niveles de inflamación, las disfunciones mitocondriales o la senescencia celular «es algo que se está midiendo en el ámbito de la investigación, pero apenas en la clínica». Sí es cierto, no obstante, que determinados geroprotectores se están prescribiendo como herramientas antiaging, «pero hablamos de prescripción fuera de prospecto, o bien del mundo biohacking».
Es importante entender qué es esto del fuera de prospecto, y para ello es útil acercarse a tres de los geroprotectores que más se están utilizando actualmente:
- Metformina: es un fármaco antidiabético clásico, y esa es la indicación que aparece en el prospecto. Pero se la puede catalogar como geroprotector, ya que activa indirectamente la vía AMPK y, con ello, promueve procesos que favorecen la salud celular y la longevidad. «La metformina está disponible en farmacias, y se puede hacer una prescripción fuera de prospecto sin que sea algo ilegal», señala el doctor Durántez.
- Rapamicina: se trata de un inmunosupresor, pero en los últimos años se ha investigado su papel como geroprotector, ya que se ha visto que actúa inhibiendo la vía mTOR -una vía clave que regula el crecimiento celular, la síntesis de proteínas y el metabolismo- y que este bloqueo podría ayudar a retrasar el envejecimiento y a prevenir enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer y las neurodegenerativas.
- Resveratrol: Este compuesto comenzó a estudiarse ya en los 90 por su potencial geroprotector al activar vías clave relacionadas con la longevidad y la salud celular, y ha sido desde entonces una de las estrellas antiaging.
Un acto de fe
Pero no hay que olvidar que todos estos hallazgos se encuentran en el ámbito de la investigación y de las hipótesis, y no es nada infrecuente que surjan nuevos trabajos que desmonten los anteriores, o cuando menos los cuestionen.
Se está viendo con la rapamicina, «que ahora mismo está en el top y parece muy prometedora, pero que también se está cuestionando: hay estudios recientes que miden los relojes epigenéticos y ahí no parece jugar un papel significativo», explica el experto. En este sentido, ha causado impacto el hecho de que Bryan Jonhson y David Sinclair, dos figuras muy relevantes en el ámbito de la longevidad, anunciaran que iban a dejar de tomar rapamicina: «Pero, en respuesta a este comunicado, han surgido voces como la de Matt Kaeverlein, CEO de la American Aging Association, señalando que los argumentos de Johnson y Sinclair no eran sólidos, y que el hecho de tomar rapamicina o dejar de tomarla tenía el mismo grado de evidencia».
Por otra parte, continúa, también el resveratrol entró en un momento de horas bajas, «quizás también envuelto en polémicas personales, y hubo estudios que no se pudieron replicar. Pero, después, ves que este compuesto sigue al alza en el terreno de los geroprotectores epigenéticos».
Todo esto le lleva a decir que «nos movemos en un mundo un poco nebuloso. La gerociencia es muy vanguardista, pero su aplicación clínica está aún en pañales. Al final, cuando se prescriben estos geroprotectores se está haciendo un acto de fe».
¿Geroprotectores o estilo de vida?
En realidad, cuando se hace una estrategia antiaging y una intervención con múltiples abordajes, ¿cómo saber qué es lo que funciona y en qué medida? «Si haces cinco o diez líneas de actuación, con dieta, ejercicio, optimización hormonal, suplementación…puedes ver que los biomarcadores del paciente están mejor. Pero, ¿cuál es el responsable de que estés mejor?», se pregunta el doctor Durántez.
Ante esta ausencia de certezas, el experto recomienda que, antes de entrar en el mundo de los geroprotectores, se actúe desde el nivel anterior: el de la prevención y la proactividad. «En mi entorno veo a personas que buscan la metformina, pero no hacen ejercicio, fuman, no saben si tienen placas o son prediabéticos, y les digo que no empiecen por el final, que dejen de experimentar con resveratrol, metformina o rapamicina y se hagan un chequeo”.