
La apnea de la pantalla puede afectarte física y mentalmente./ Imagen: D.R. (Gossip Girl).
Cuerpo
Por qué te quedas sin respiración cuando miras el mail: las claves para dejar de hacerlo
La apnea de la pantalla son esos instantes en los que contenemos la respiración cuando contestamos a un correo o a un whatsapp. Descubre por qué puede afectar a tu salud.
Por María Corisco
06 DE SEPTIEMBRE DE 2023 / 08:00
¿Te has parado a pensar lo que ocurre en tu organismo cuando respondes a un correo electrónico o un mensaje de las redes sociales? Si eres como la mayoría de las personas, lo más probable será que tu respiración se haga superficial, incluso es posible que pares de respirar durante unos segundos y ni siquiera te hayas dado cuenta. Entras en lo que se conoce como «apnea del correo electrónico» o, de forma más genérica, «apnea de la pantalla». Es decir, tu mail (y derivados) te deja sin respiración.
El término lo acuñó Linda Stone, escritora, consultora y conferenciante que ha dedicado los últimos años a estudiar nuestra relación con la tecnología desde el punto de vista psicofisiológico. En el año 2007, Stone necesitaba hacer ejercicios respiratorios para superar sus problemas de asma. Fue entonces cuando se dio cuenta, recuerda, “de que cuando estaba ante el correo respiraba superficialmente o contenía la respiración. Presté atención y noté que, día tras día, pasaba lo mismo: cuando me levantaba y caminaba, mi respiración era totalmente diferente a cuando trabajaba ante el ordenador”.
Tras aquel hallazgo, dedicó varios meses a “hablar con investigadores, médicos, psicólogos y neurocientíficos para comprender qué sucede con nuestra fisiología cuando, de forma habitual, contenemos la respiración”. Lo llamó apnea del correo electrónico, y en sus investigaciones comprobó que el 80% de las personas tenían esta forma de respirar ante el ordenador.


Si hay un 80%, ¿qué sucede con el 20% restante? Lo que Stone descubrió es que quienes no tenían apnea del correo electrónico “eran bailarines, músicos, deportistas de alto rendimiento. Todas estas personas habían aprendido técnicas de respiración para gestionar su energía y sus emociones”. Los demás, los que no hemos sido formados en estas técnicas, caemos en el hechizo de la pantalla. Y nos quedamos sin respiración.
¿Por qué dejamos de respirar delante de la pantalla?
Fíjate en tu postura al trabajar frente al portátil o el móvil. Es fácil que tengas los brazos y hombros adelantados, y que estés sentado en una posición en la que resulta complicado inhalar y exhalar de forma saludable y completa. También juega un papel la anticipación: si te das cuenta, cuando anticipas algo normalmente haces una inhalación, y tanto el correo como los mensajes de texto o el visionado de vídeos suelen incluir una dosis de anticipación. Y, después, rara vez sigue la exhalación completa.
Investigadores como Stephen Porges, de la Universidad de Carolina del Norte y experto en el sistema nervioso autónomo, señala que esta contención de la respiración es una manifestación de la respuesta al estrés de nuestro organismo. De alguna manera, ante los distintos estímulos el sistema nervioso se pone alerta para detectar si son o no una amenaza. Un ejemplo son los depredadores al acecho de una presa: es frecuente que, antes de atacar, su respiración se pare y queden como congelados. Cuando recibimos un correo o un mensaje de Whatsapp, especialmente cuando el mensaje es inesperado, también nosotros nos ponemos en alerta.
Con la apnea de la pantalla, continúa Linda Stone, “tendemos a entrar en un estado de «pelea o huye», o de estrés. Fijémonos en cómo, cuando tenemos miedo, inhalamos y contenemos la respiración. Nos ponemos muy alerta a los ruidos y el movimiento. El cuerpo se vale de recursos para huir del peligro».
Si fuera un momento puntual, no tendríamos de qué preocuparnos. Otra cuestión es que ese estado de alerta injustificada se prolongue en el tiempo. Así lo han señalado los doctores Margaret Chesney y David Anderson, que han demostrado que contener la respiración acumulada contribuye a las enfermedades relacionadas con el estrés: el cuerpo se vuelve ácido, los riñones comienzan a reabsorber sodio y, a medida que el equilibrio de oxígeno, dióxido de carbono y óxido nítrico se ve comprometido, nuestra bioquímica se altera.
Cómo combatir la apnea de la pantalla
- Toma conciencia de tu respiración: No es fácil, pero cuando respondas un mensaje intenta pararte a pensar en si respiras o si contienes la respiración.
- Ponte alertas de recordatorio: Puedes ponerte unas alertas con sonidos suaves para que te recuerden que debes controlar la respiración y cerciorarte de que haces inspiraciones completas.
- Haz pausas en el trabajo: Un buen consejo es levantarse cada hora y caminar durante cinco minutos. Cuando nos ponemos en movimiento, la tensión física y el estrés mental disminuyen. Otra opción es seguir la regla 20-20-20: por cada 20 minutos que pasas ante una pantalla, te tomas un descanso de 20 segundos y miras algo a 20 pies de distancia (unos seis metros).
- Mejor en pantalla grande: Cuanto más grande es la pantalla, menos te agotará mentalmente. Por eso resulta más cómodo responder a los mensajes en un monitor de escritorio.
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