
Todo lo que tienes que saber sobre la cistitis./ Ilustración: Alicia Varela.
Bienestar
Qué es la cistitis, cómo se previene y qué tratamientos funcionan
La infección de orina afecta a un 5% de las mujeres y puede llegar a ser muy dolorosa. Te contamos sus síntomas, los factores de riesgo y trucos efectivos para calmar el dolor.
Por Paka Díaz
09 DE MARZO DE 2023 / 08:00
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Cuando una mujer te dice que tiene cistitis, si alguna vez has tenido una, inmediatamente sientes una ola de solidaridad hacia ella. Todas las que hemos pasado por ahí sabemos lo dolorosas que pueden llegar a ser. Suele comenzar con ganas muy frecuentes de orinar aunque, cuando lo haces, apenas caen unas gotas acompañadas de una sensación cada vez mayor de escozor. Muchas veces, la crisis ocurre por la noche, con molestias que te impiden dormir y, entre el dolor y el agotamiento, puede ser desesperante. Pero que no cunda el pánico, porque ahora vas a saber qué hacer cuando esto pase. Te contamos qué es la cistitis y cómo prevenirla, además de sus síntomas más habituales, y qué hacer para calmar el dolor en lo posible cuando aparece.
¿Qué es la cistitis?
“La cistitis es una infección de la mucosa de la vejiga y la uretra (urotelio) que se produce por la colonización de gérmenes presentes en la zona intestinal (el más frecuente, el E. Coli) y como consecuencia, una inflamación y lesión de los tejidos de la misma”, explica Belén Gómez, ginecóloga y colaboradora habitual de la marca Chilly, que recuerda que “la colonización de estos gérmenes se produce hasta en un 5% de las mujeres”.
Síntomas más frecuentes
“Entre los síntomas más habituales que suelen acompañar a la infección de orina están sentir escozor y urgencia al orinar, notar un aumento de la frecuencia de la micción, tener dolor suprapúbico o una sensación constante de necesidad de orinar. Generalmente no se acompaña de fiebre ni de dolor lumbar, lo que podría indicar que ya no se trata solo de una infección en la vejiga, sino que ha ascendido al riñón (pielonefritis)”, enumera Belén Gómez.
Pero, ojo, la cistitis no siempre se presenta acompañada de síntomas y ni siquiera llega a causar dolor. “La mayoría de las veces el propio flujo urinario y la inmunidad propia de la mujer permiten eliminar estas bacterias sin producir síntomas. La producción de una infección urinaria va a depender del equilibrio entre la virulencia del germen y las defensas de la mujer”, aclara Gómez.
Factores de riesgo para padecer cistitis
Entre los mayores factores de riesgo para contraer una infección de orina, la doctora Gómez destaca: “El uso de espermicidas, haber tenido una nueva pareja sexual en el año previo, la alteración de la flora vaginal, el empleo de antibióticos semanas antes e infecciones previas, así como haber tenido cistitis en la infancia y las relaciones sexuales con coito. Todos ellos son factores de riesgo que pueden predisponer a la aparición de cistitis”.
Respecto al coito, ojo porque hay incluso un término acuñado, «la cistitis de la pasión», que ocurre cuando se tienen relaciones intensas y con mucha fricción. Una buena forma de evitar que se produzca, sin renunciar al placer sexual, es orinando al acabar. Además, Gómez destaca que, “el descenso en los niveles de estrógenos también es un factor de riesgo para la aparición de las infecciones de orina”, por lo cual hay que estar prevenidas en la menopausia.
¿El frío causa cistitis?
Una de las ideas más extendidas en torno a la cistitis es que la puede causar el frío. Por eso, muchas mujeres evitan sentarse en superficies que noten muy frescas. La médica aclara que “no ha demostrado que el frío por sí solo cause infecciones de orina, pero sí algunos aspectos indirectos relacionados con el mismo”. Por ejemplo, “usar ropa de abrigo que favorezca la humedad en la zona genital, sobre todo poco transpirable. Además, no sentir tanto calor en invierno, hace que no bebamos suficientes líquidos, disminuya la hidratación y pueda proliferar el crecimiento bacteriano en el interior de la vejiga”.
Aunque, a veces, es una falsa alarma ya que “el frío puede causar una mayor sensibilidad de la musculatura de la vejiga, el músculo detrusor, que provoca contracciones y, por tanto, sensación de necesidad de orinar, sin que este síntoma se deba a una infección”. Sin embargo, la doctora comenta que, aunque pueden ocurrir en cualquier época del año, “las infecciones de orina son más frecuentes en verano, ya que la humedad favorece el crecimiento bacteriano”.
La cistitis parece lumbago, pero no lo es
En ocasiones puede dolerte al orinar, pero notar al mismo tiempo un dolor como si tuvieras lumbago. En realidad, se trata de un aviso. “El dolor lumbar puede ser reflejo de una infección alta en las vías urinarias, es decir, una pielonefritis. En otras ocasiones, sobre todo si el dolor se irradia por el costado hacia la ingle, puede ser debido a un cólico uretral”, cuenta Belén Gómez.
Además, señala que “la infección del riñón o pielonefritis, en general, va acompañada de fiebre alta”. Y recalca que “en caso de aparición de estos síntomas, deberíamos consultar al médico para que realice un tratamiento adecuado”. Si la fiebre sube mucho, sería conveniente ir a tu centro de salud o a urgencias.
“No es frecuente que una infección de orina se convierta en una pielonefritis a no ser que tengas predisposición personal, como malformaciones en las vías urinarias, estés embarazada o tengas infecciones urinarias de repetición. En el caso de tener fiebre termometrada superior a los 38ºC, podías tener una infección alta y deberías acudir al médico para que te reevalúe y descarte una pielonefritis”, sugiere Gómez.
Qué hacer si tienes cistitis
Mientras dure la cistitis, la ginécologa recomienda “favorecer la micción y evitar el estreñimiento, así como evitar la humedad en la zona genital. Una dieta rica en fibras, frutas y verduras y tomar arándano rojo de forma constante favorecerá unas deposiciones adecuadas y una protección del tejido vesical”.
Pero, en general, recuerda que “es muy importante la higiene de la zona genital. Lavarse siempre de delante hacia atrás, empleando un gel específico para la zona íntima, que no tenga perfumes fuertes ni sustancias agresivas, y que tenga un pH ácido, como la gama de Geles Chilly. Tener especial cuidado en la higiene durante las relaciones sexuales y orinar antes y después de las mismas”. Además, no hay que olvidar limpiarse tras orinar o defecar también siempre de delante hacia atrás, para evitar que llegues bacterias indeseadas a la vulva.
Qué hacer en un crisis nocturna dolorosa
Cualquiera que haya tenido una cistitis sabe el dolor que pueden llegar a causar, muchas veces, en plena noche, imposibilitando el descanso y provocando una verdadera noche toledana. Si comienza en plan leve, la médica recomienda beber mucha agua. “En algunas ocasiones, solo con hidratación abundante, higiene íntima adecuada y favoreciendo las micciones, el cuadro desaparece por sí solo”, explica. “En caso de que perdure más allá de las 48 horas o se acompañe de sangrado al orinar y dolor intenso, es recomendable que un médico te realice un urocultivo y te paute antibióticos para que la infección se controle”.
En el caso de que los síntomas aparezcan por la noche, la doctora recomienda “realizar una micción, beber abundante líquido y tomar un antiinflamatorio oral”. Para disminuir la inflamación y el dolor, ayuda poner un saco de semillas caliente o una manta eléctrica en la zona del vientre, incluso en la zona lumbar si también notas molestias en ella. El calor alivia bastante y puede ayudar a conciliar el ansiado sueño.
Pero es importante que te vea un especialista, así que pide cita cuanto antes en tu centro de salud “para que valore iniciar el tratamiento con antibióticos, si comienzas con sangrado, fiebre o dolor muy agudo”, indica la experta. Si al final te recetan antibióticos, recuerda que es fundamental acabar la pauta completa que te diga el especialista. Muchas veces es conveniente realizar una prueba para comprobar que estás libre de la infección. Con todo ello evitarás que se hagan recurrentes y dañar tu microbiota vaginal.
Cómo prevenir la cistitis
Pedimos a la doctora Belén Gómez todas las recomendaciones posibles para evitar en lo posible volver tener cistitis y pasar por ese calvario. Para prevenir las infecciones de orina, estas son las medidas que nos recomienda:
Hidratación máxima. Beber abundantes líquidos (mínimo 1.5 litros al día).
No retener la orina. Se recomienda orinar cada 2-3 horas, y acudir al baño en cuanto tengamos ganas de orinar. La retención de orina favorece el sobrecrecimiento bacteriano y la posibilidad de provocar infección.
Mantener una correcta higiene íntima. Lavarse con geles específicos de la zona genital, y realizar el lavado de delante hacia atrás para evitar la contaminación de los gérmenes de la zona intestinal hacia la vagina y la uretra.
Orinar siempre tras el coito. Tener especial cuidado en la higiene íntima antes y después de las relaciones sexuales, y favorecer una micción antes y después de las mismas para evitar la retención de gérmenes en la orina tras el coito.
Cuidar tu microbiota vaginal. Mantener una correcta flora vaginal, siguiendo las recomendaciones ginecológicas sobre higiene íntima, con la zona genital seca y evitando la humedad.
Genitales secos y con transpiración. Emplear ropa interior de algodón, prescindir de los protectores íntimos desechables y evitar estar mucho tiempo con el bañador mojado.
Evita el estreñimiento. Tener una dieta saludable, rica en fruta y verdura y alta en fibra.
Dale al arándano. El arándano rojo ha demostrado su efectividad como protector de las vías urinarias y ayuda a evitar la reaparición de infecciones de orina de repetición.
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