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Manuel Collado, investigador del CNB-CSIC: «La longevidad está controlada tanto por nuestros genes como por nuestros hábitos»
El foro de WeLife y XL Semanal abordó las implicaciones sociales, sanitarias, económicas y estéticas que supone una mayor esperanza de vida. Los expertos analizaron cómo vivir más y, sobre todo, mejor.
24 DE ABRIL DE 2025 / 15:56
Sabemos que, actualmente, vivimos más años que nunca. España es, con una media de 84 años, el país con mayor esperanza de vida de la Unión Europea. Y la cifra se alarga en seis minutos cada hora que pasa… De aquí a 2050, el número mayores de 65 se habrá más que duplicado, alcanzando los 1.600 millones (prácticamente la población mundial que existía en 1900). Y, a diario, hay más boomers conectados a las redes sociales que miembros de la generación Z. Otros datos son menos esperanzadores: el envejecimiento como tal sigue siendo uno de los factores desencadenantes de enfermedades como el cáncer o el Alzhéimer. Y cuando alguien entra en situación de dependencia -la tasa a partir de los 65 ronda el 34%-, puede llegar a necesitar 100.000 euros para costearlo, pensión aparte.
Estas y muchas otras cifras, así como los desafíos que plantean, fueron arrojadas durante el foro Longevidad a debate, organizado por WeLife y XL Semanal con el patrocinio de Novartis, Mapfre, CaixaBank y L’Oréal Groupe. El encuentro, que tuvo lugar el pasado 23 de abril en la sede de Vocento en Madrid y que fue conducido por la periodista Eva Prieto, reunió a un excepcional elenco de voces de diferentes ámbitos (salud, investigación, economía, belleza, recursos humanos…) para analizar los retos y necesidades que afronta una sociedad cada vez más longeva desde una perspectiva multidisciplinar.
Como exponía Samary Fernández-Feito, directora general del Área de Lujo y Estilo de Vida de Vocento, en la apertura del foro, «este envejecimiento de la población mundial va a suponer cambios en las economías, las culturas y las sociedades. Las empresas tendrán que prepararse para la fuerza de trabajo de la sabiduría. Y a la vez tendrán que dar soluciones a unos consumidores de edad avanzada con unas necesidades sanitarias, de vivienda o de ocio todavía no cubiertas». Junto a esta afirmación, lanzaba una pregunta al aire: «¿Estamos realmente preparados para vivir 100 años o incluso 120 como estiman algunos a finales de este siglo?» Porque, como coincidieron los 16 expertos que pasaron por allí, la clave de todo esto no es tanto vivir más sino vivir ese tiempo de la mejor manera posible.
Por qué entender el envejecimiento
Abordar los retos del envejecimiento sin hablar desde una perspectiva científica es imposible. Por eso, una parte fundamental de Longevidad a debate estuvo dedicada al ámbito de la salud y la investigación. La primera intervención fue la del biólogo molecular Manuel Collado. Con una charla divulgativa, alejada de tecnicismos, pero llena de apuntes interesantes, el investigador del CNB-CSIC puso sobre la mesa uno de los ejes del encuentro: tras alargar nuestra supervivencia, ahora toca disfrutar lo máximo posible de esos años de vida ganados. «La idea sería que ampliemos el periodo de salud para vivir en mejor estado a una edad avanzada», planteaba.
Para ello, en su opinión, hay dos aspectos. Por un lado, una responsabilidad personal. «La longevidad está controlada tanto por genes como por hábitos, que son los que se pueden modificar», aseguraba. Por otro, entra en juego la ciencia. Porque, como sostiene Collado, que es director del Laboratorio de Senescencia Celular, Cáncer y Envejecimiento en CIMUS-USC, «entender el envejecimiento, el mayor factor de riesgo de las enfermedades, ayudará a prevenirlas». En este sentido, se refirió a las líneas actuales de investigación, como la importancia de conocer la longitud de los telómeros (protectores de las células que se acortan con el tiempo); la reprogramación celular, capaz de ‘borrar’ las marcas de envejecimiento; o los fármacos senolíticos que pretenden eliminar las células senescentes -o zombis- del organismo.
Moverse, el mejor hábito
Si bien se trata de realidades dentro del laboratorio -o que solo algunos biohackers millonarios están experimentando- estos avances tardarán aún en llegar al ámbito clínico o médico. Por eso, el doctor Ángel Durántez, director médico de las Clínica Dr. Durántez y Clínica Neleva y pionero en Age Management, insistió en la importancia de diseñar un plan de acción preventivo para vivir más y mejor. «La medicina de la longevidad está aquí y sus avances van a llegar, pero hoy por hoy tenemos que quedarnos en la preventiva», explicaba durante una entrevista conducida por Raquel Peláez, periodista de XL Semanal.
A la hora de prevenir se repite la idea: los hábitos mandan. El doctor los resume en los pilares clásicos de un estilo de vida saludable: evitar el sedentarismo, alimentarse de forma saludable, renunciar al alcohol y el tabaco y mantener cierta tranquilidad espiritual o sosiego. ¿El más importante? «Es difícil clasificarlos, pero pondría la actividad física y la movilidad incluso por delante de la nutrición», afirmó Durántez, que también es especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte. De hecho, a modo de anécdota comentó que los estudios han comprobado que los atletas olímpicos o los ganadores del tour, a pesar del esfuerzo y la oxidación celular, viven más que otros. «Hasta por medallas: los ganadores del oro son más longevos que los que se llevaron la plata».
El poder del músculo
El doctor recordó que también es fundamental cultivar la fuerza y la masa muscular, sobre todo para las mujeres a partir de la menopausia. «A partir de los 40, los perdemos a un ritmo del 1 y 2% anual, pero son necesarios para un envejecimiento saludable. Primero para el día a día y, después, porque con la actividad física se liberan mioquinas, unas moléculas que mandan mensajes a todo nuestro organismo», explicó.
El otro gran músculo que toca ejercitar a diario es el cerebro. Lo tiene claro la neuropsicóloga Nina Gramunt. En su ponencia, esta experta en formación y divulgación en la Fundación Pasqual Maragall abordó la importancia de contar con nuestras facultades mentales preservadas para disfrutar del paso del tiempo. «Si necesito apoyo o supervisión o, incluso cuidados, dejo de ser independiente y empoderado para tomar decisiones sobre mi vida», sostenía.
Con miedo a olvidar
La enfermedad de Alzhéimer, aunque no es consecuencia de la vejez, está estrechamente vinculada a ella. La padecen unas 800.000 personas en nuestro país y se le diagnostica a 40.000 cada año. Una de sus principales expresiones es la demencia (es la causa de hasta el 70% de los casos). Sin embargo, uno de cada tres casos se podrían prevenir adoptando hábitos de vida saludables. Gramunt se refirió a un reciente estudio publicado en la prestigiosa The Lancet Neurology. «Se detectaron hasta 14 factores que o bien protegen o bien propician la demencia. Si se pudieran controlar todos, su incidencia se podría ver reducida un 45%».
Entre ellos, la experta destacó la alimentación, el ejercicio físico, la salud cardiovascular, la socialización, el sueño y la actividad cognitiva. «Esto último se traduce en crear mayor reserva cognitiva y se consigue siendo inquieto, curioso, con nuevos aprendizajes…», afirmó. Más allá del estilo de vida, Gramunt se refirió a la importancia de avanzar en el diagnóstico temprano. «El futuro debe ir hacia hacer programas de cribado para detectar cuanto antes la fase preclínica y adelantarnos». Y añadió: «Curar el Alzhéimer es todavía ciencia ficción. Pero la prevención, posible solo desde la investigación, es la mejor arma que tenemos».
Diagnóstico temprano, la puerta al futuro
Una idea que retomó Lupe Martínez, directora médica de Novartis España, durante la entrevista que le realizó la periodista especializada en salud y belleza Silvia Capafons, colaboradora de WeLife. La experta analizó en qué punto se encuentra la carrera contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. En sus palabras, «las dos causas de mortalidad más importantes en España». Cada cuatro minutos muere alguien por enfermedad cardiovascular; mientras que se detectan 37.000 casos de cáncer de mama anualmente. Una tendencia que, desgraciadamente, sigue en aumento. «Es un reto saber por qué se producen y por qué incrementan, algo que tiene un origen multifactorial».
Martínez subrayó que el camino pasa por los ya mencionados prevención y diagnóstico precoz. «También por seguir avanzando en fármacos cada vez más eficaces y seguros que permitan controlar las enfermedades y prolongar la vida con buena calidad», apuntó. Asimismo, destacó el valor de la investigación innovadora. Grandes ejemplos son algunos de los avances que ha conseguido Novartis. «Como la terapia celular para extraer linfocitos T del paciente, reprogramarlos y que ataquen sus propias células cancerígenas; la medicina nuclear o las plataformas basadas en ARN mensajero para atacar la proteína que produce el colesterol de forma respetuosa con el resto del organismo», mencionó la directora médica de este laboratorio.
Los desafíos sociales en Longevidad a debate
Además de lo que la nueva longevidad implica para la salud, existe un impacto meramente social. En la mesa redonda ¿Cómo será la sociedad en 2040?, moderada por la experta en longevidad Catalina Álvarez Olea, los participantes repasaron algunas de las inquietudes más frecuentes en este sentido. Como el sistema de pensiones, el estado de bienestar o el incremento de la tasa de dependencia.
«Esa mayor esperanza de vida lleva asociada mayor longitud de vida en pareja y, en consecuencia, en derivación de cuidados informales prestados en el hogar por el cónyuge, así como una calidad de vida no deseada por él», reflexionaba Mercedes Ayuso, catedrática de Estadística Actuarial en la Universidad de Barcelona. También se habló en la mesa de edadismo. «Deberíamos trabajar con solidaridad intergeneracional, reconociendo las habilidades del otro al margen de su edad; no como rivales», proponía Mª Ángeles Molina Martínez, profesora de la facultad de Psicología de la UNED.
la referente en salud financiera Esmeralda Gómez, fundadora y CEO de Econoky; Mª Ángeles Molina Martínez, profesora de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia; Salvador Noves, director de Propuesta de Valor de Segmentos Retail de CaixaBank y la experta en longevidad Catalina Álvarez Olea, quien moderó esta mesa redonda. FOTO: Chus García.
Ahorro como estrategia financiera
Esmeralda Gómez, fundadora y CEO de Econoky y escritora, insistió en el valor de la educación en finanzas, algo que ella incluiría en el currículum escolar. «La salud financiera impacta en la longevidad y es un músculo que hay que ejercitar a diario», aseguraba, al tiempo que se ‘mojaba’ sobre el sistema de pensiones. «Es ineficiente y tiene que amoldarse a la nueva realidad». La inversora compartió varios consejos para tomar las riendas de nuestro dinero, como conocer los productos financieros que existen («los planes de pensiones los dejaría como tercera o cuarta opción»); invertir; gestionar recursos, ahorrar…
Si la prevención es clave en la salud, el ahorro -otra forma de prevención- lo es al hablar de la parte más terrenal de la longevidad. De todo ello sabe mucho Salvador Noves Pernías, director de propuesta de valor de segmentos retail de CaixaBank. Su entidad, referencia entre los sénior, cuenta con más de cuatro millones de clientes mayores de 65 años y una cuota del 34,3% en pensiones domiciliadas. «Se trata de un segmento muy diverso y nuestro reto es ofrecer soluciones adaptadas, herramientas de digitalización, acompañar…», expuso. Aunque su consejo final fue tajante, «ante todo, hay que ahorrar».
Bien asesorados
Por mucho que la educación financiera sea cada día más accesible, gracias, por ejemplo a la divulgación en redes sociales, el asesoramiento es fundamental. Así lo defendió el exjugador de baloncesto Fernando Romay en una amena charla junto a Joaquín de los Reyes, director de Relaciones Institucionales de Mapfre. Entre bromas, el deportista, que con 65 años sigue en activo, confesó que siempre ha confiado en aprender de los demás. «Creo mucho en la tutela, en tener un coach«, admitió. El directivo de Mapfre coincidió en el valor de los expertos para asesorar en la parte más técnica o financiera.
Y también destacó el ejemplo de Romay: «Ha sabido reinventarse en diferentes etapas de su vida». A lo que el aludido añadió: «Con 37 años me jubilaron en la cancha y me tuve que reinventar. Pasé por vértigo, cosas que me gustaban y que no, tuve que esquivar el miedo… Ahora sigo escuchando y aprendiendo». «En resumen, tomo muchas pastillas por la mañana, hago ejercicio a mediodía y miro la cuenta antes de acostarme», terminó bromeando el exbaloncestista.
La fuerza de trabajo sénior
Como ilustró a la perfección Tomás Pereda en su charla «Del primer empleo a la quinta reinvención», nos encontramos en un cambio de era marcado por un nuevo paisaje demográfico. Experto en talento sénior y diversidad generacional, planteó cuestiones tan curiosas como que cuando se creó el Retiro Obrero Obligatorio a los 65 años en España (allá por 1919), la esperanza de vida se situaba en los 43. «Solo el 26% llegaba a jubilarse... Si lo trasladásemos a la actualidad, esa jubilación debería llegar a los 81 años», planteaba.
En su ponencia arrojó otros datos para la reflexión, como que solo el 3,3% de los españoles mayores de 65 se mantiene en activo. Frente al 15,5% de media en la OCDE. «Si seguimos avanzando en longevidad, ¿tiene sentido que lleguemos a estar más años en pasivo que en activo? ¿Se puede sostener?». Más allá de la cuestión económica, Pereda, que también es subdirector de la Fundación máshumano, señaló el valor de los séniors en el mercado laboral, pese a que un 56% de los mayores de 45 años se siente discriminado por su edad. «La inteligencia fluida que tenemos de jóvenes pasa a cristalizarse a partir de cierta edad, por eso, lo ideal sería mezclar generaciones e integrar sus talentos».
Una generación beauty addict
El último de los aspectos del que se ocupó Longevidad a debate fue la belleza. Tan simple y tan complejo a la vez, sobre este terreno reflexionó Teresa Imaz, directora de desarrollo de negocio en L’Oréal Groupe, respondiendo a las preguntas de Silvia Capafons. «La belleza ha trascendido lo puramente estético y físico. Tiene un valor antropológico, económico y un componente de autoestima y valor emocional». Imaz recordó que las mujeres silver, de más de 55, representan la mitad de todo el mercado de belleza en España.
«No solo porque tienen más tiempo para cuidarse, sino porque lo entienden como una forma de mimarse, de dedicarse atención», afirmó. Lo demuestra el hecho de que sean las que más productos cosméticos usan a la semana. O de que hayan convertido a nuestro país en el mayor usuario de sérums (ellas son las principales usuarias).
Sentirse bien por derecho
Sobre cuidados -interiores, exteriores, de piel y de las emociones- se charló en la mesa redonda «Sentirse ver bien por dentro, verse bien por fuera», moderada por Raquel Peláez. La experta en moda Camino Villa, que con 74 años y 167.000 seguidores en Instagram confiesa que «envejecer es un privilegio», habló de la importancia de sentirse segura y conocerse a la hora de vestirse. «Me gusta la idea de que la ropa te emocione, sea bonita y atemporal, para que envejezca contigo».
Por su parte Mar Mira, codirectora de la clínica Mira+Cueto, expuso las bondades de enfocar el cuidado estético desde la naturalidad. «Nos tenemos que cuidar, pero desde una belleza consciente, es decir, que no haga perder la esencia personal». Mientras que la doctora Teresa Aparicio, psiquiatra y directora médica de la clínica que lleva su nombre, se refirió a la importancia de aceptarse y adaptarse. «La resiliencia cuesta más según cumplimos años, pero nos ayuda a asumir cambios, pérdidas y el propio envejecimiento».
Un broche de oro para Longevidad a debate
El encuentro terminó con la entrevista de Fernando Goitia, periodista de XL Semanal, a Antonio Garrigues, presidente de Honor del bufete Garrigues y presidente de la Fundación Garrigues. La intervención del abogado levantó varios aplausos entre los asistentes. Con 91 años -su padre vivió hasta los 100-, y aún en activo, defendió eso de morir con las botas puestas. «La jubilación es un horror». Contó que mucha gente le pregunta por qué sigue trabajando. «Es muy simple: no quiero acabar como ellos. Cuando te jubilas, te cambia la cara y se pone aburrida, triste…»
Consciente del privilegio de tener su propia organización, aconseja a los demás que, pese a jubilarse, no dejen de hacer cosas y colaborar. «Hay que estar ocupado permanentemente porque el cerebro es un músculo como otro cualquiera y si te paras, te mata». ¿Qué haría si le dijeran que va a llegar a cumplir los 120? «Mi idea es seguir viviendo. Si pudiera mantenerme con el mismo interés que tengo hoy, no me preocuparía alcanzar los 120 o 130». Y terminó con una frase que bien podría servir de lema del foro: «Vivir es querer vivir y gozar viviendo».