
Álex Rovira, experto en procesos de transformación en las organizaciones, durante su ponencia Aprende a cambiar tu destino. FOTO: Chus García.
DKV WeLife Festival
Álex Rovira, en DKV WeLife Festival: «Crear una vida con sentido tiene que ver con la capacidad de amar»
Álex Rovira, Ana Ibáñez y Pablo d'Ors, entre las voces más relevantes en la primera jornada de DKV WeLife Festival 2024, el mayor evento de bienestar y sostenibilidad de España.
Por Silvia Capafons
26 DE OCTUBRE DE 2024 / 23:33
“La transformación es el cambio al que logramos darle un sentido, pero ese sentido no te lo va a revelar nadie; su búsqueda es un proceso subjetivo que pasa por enfrentar la situación para que el sufrimiento que produce el cambio sea productivo”. Álex Rovira incitaba a la transformación para diseñar una vida más feliz en el esperado encuentro anual de bienestar y sostenibilidad DKV WeLife Festival, que arrancaba hoy y que continuará mañana, domingo, en Madrid.


Su cuarta edición tiene lugar, un año más, en el espacio eco-friendly Green Patio (C/Salamanca, 23), con un completo programa enfocado en cuidar la mente, el cuerpo y el planeta. En la sala The Room se podía disfrutar de las voces más relevantes del momento en salud mental, alimentación y sostenibilidad; en The Studio, de actividades como el yoga, la meditación y el entreno de fuerza; mientras que The Lounge es un espacio donde descubrir las novedades de los sponsors y participar de retos, reponer fuerzas en la zona gourmet o pedir a los expertos que firmen sus libros.

DKV WeLife Festival cuenta en esta edición con DKV como global partner. La aseguradora buscaba entre los asistentes al rival más rápido en un divertido juego de reflejos donde el ganador era premiado con cinco sesiones de fisioterapia avanzada en un centro DKV en Madrid; y sólo por participar, los asistentes se llevaban un obsequio y entraban en el sorteo de una escapada rural prémium. Por otro lado, ponentes e instructores de las diferentes actividades llegaban a Green Patio en coches XC90 de Volvo, main partner del festival, que además mostró en el recinto su modelo EX30.

Además, este encuentro cuenta con el patrocinio de Clarel, Gold Collagen, EmpowerRF by Inmode, L’Occitane, Novartis, Petit Bambou, Quirón Salud, Snack’in for you y Solán de Cabras, así como con Alma Secret, Farma Dorsch, DIM y Luxmetique como colaboradores.
Herramientas para una vida mejor
La presentadora y periodista encargada de conducir la sala de las charlas, Adela Úcar, daba la bienvenida al evento enfatizando su objetivo de “promover una vida más sana, consciente y responsable con el medio ambiente”. Confirmaba que el festival sigue fiel a su esencia aportando una vez más voces nuevas de primer nivel en esta cuarta edición.

La periodista dedicada a contenidos de sostenibilidad daba paso a Samary Fernández Feito, directora general del Área de Lujo, Estilo de Vida y Revistas de Vocento, quien se enfocaba en el lenguaje esencial de las emociones. “WeLife proporciona visiones diferentes para un mismo fin: que aprendamos a vivir en plenitud, que salgamos de aquí con alguna herramienta que nos haga ser un poquito más felices en el arte de vivir”.

Pasaba el relevo a la directora de WeLife, la periodista y escritora María Fernández- Miranda. “Hace dos años que me estrené como directora. Me gustaría resaltar la satisfacción que produce que las personas se acerquen a ti y te digan que desde que forman parte de la comunidad WeLife su vida es un poco mejor”.
Señalaba la esencia de WeLife como medio comunicación digital-presencial encargado de difundir contenido a través de la web, newsletter, podcast, redes y eventos. “Ponemos rigor a la hora de elegir a nuestros expertos y optamos por la diversidad. Porque, citando a Michelle Obama, forjar nuestra historia no consiste en alcanzar una meta determinada, sino una mejor versión de nosotros mismos”.
Vivir con sentido
Este es el objetivo, a juicio del escritor Álex Rovira, que conseguía que la sala The Room se convirtiera en un espacio lleno no sólo de público, sino también de ganas: ganas de transformación para mejorar nuestras vidas. “Hay una dialéctica en la vida que nos dice que todo está determinado, y otra que dice que nos conducimos a nuestro libre albedrío”. Lo bueno, recalcaba, es que existen palancas que nos pueden ayudar a crear una vida con sentido.

El azar reparte las cartas pero nosotros las jugamos, y ello depende del nivel de la conciencia, apuntaba: podemos ver la vida como un problema o como una situación de posibilidad constante. “Cuando en un entorno nos obligan a adaptarnos nos provoca resistencia, amenaza, sobreesfuerzo. Sin embargo, cuando le damos un sentido nos brinda la oportunidad de transformación. La gracia a veces puede surgir en la desgracia. La transformación es el cambio al que le damos un sentido”.

Para que ese sufrimiento sea productivo, decía, hace falta no confundir el error con el fracaso, ya que el primero da información para poder crecer. “Hay dos elementos que nos transforman la vida: uno es la capacidad para decidir qué responder ante una situación desfavorable; el segundo es amar. “El sentido tiene que ver con la capacidad de amar. También con qué huella quieres dejar en el mundo, qué necesidades buscas satisfacer en otras personas, qué valores quieres representar”.

El cambio se nos impone, la transformación la elegimos. Y esta última tiene un estado mental proactivo, una visión a largo plazo y de crecimiento. “La disposición a la transformación es la visión de futuro y la falta de apego al pasado.

Rovira mencionaba las barreras para la transformación: creencias limitantes, falta de visión clara, miedo a lo desconocido, apego a la identidad y ausencia de apoyo social. “El destino es aquello que nos pasa si no hacemos nada para evitarlo. No vivimos a la altura de nuestras capacidades, sino de nuestras creencias”. Las claves de la transformación, según Álex Rovira: actitud, conocimiento, habilidad y compromiso.
Nuestro gimnasio cerebral
La ingeniera y experta en Neurociencia Ana Ibáñez, fundadora de los centros Mindstudio y autora del libro Sorprende a tu mente, nos acercaba a los secretos de la Neurociencia para vivir mejor e introducía el término gimnasia cerebral. “Entrenarse cerebralmente es leer la actividad de las neuronas para mejorar nuestra vida. Podemos trabajar el insomnio, la falta de concentración o los estados de ánimo. En el mundo actual todo va rápido y al cerebro no le gustan los cambios porque no le permiten automatizar, algo que le encanta”. La experta mencionaba varios secretos para entrenar mejor nuestro cerebro:

Tus pensamientos diseñan tu vida. “Nos invaden y nuestro cerebro tiene la capacidad de decidir con cuáles nos quedamos”. Señalaba nuestros focos de energía: «Descanso, alimentación, de quién nos rodeamos, ejercicio físico, el propósito con el que hacemos las cosas y el sentido que le damos”. Entre las herramientas para cambiar la actividad cerebral señalaba la música. “Aquella que nos evoca momentos positivos es el vehículo más capaz de conseguir que el cerebro fabrique sensaciones positivas. Todos deberíamos tener un par de canciones en nuestro móvil que nos recuerden cosas bonitas y darle al play antes de cualquier reto”, sugería.

Tu cerebro ha elegido que sobrevivas, no que seas feliz. Estamos forzando un cerebro que no está preparado para vivir en 2024. Si en vez de asustarse frente a las circunstancias, nos dijera “calma, va a salir bien” y nos recordara las veces que superamos obstáculos, sería más fácil. “Nuestra elección es lograr un coach cerebral que se convierta en nuestro aliado. El trabajo de programar felicidad depende de nosotros”, sañalaba Ibáñez.
Desde pequeños, decía, asociamos esfuerzo con hacer las cosas bien. “Pero si solo le damos esfuerzo al cerebro quemamos su energía, pues necesita también disfrute”. Introducía un concepto revolucionario: dedicar 20 minutos al día a “placeres culpables” con el objetivo de pasarlo bien: seremos más eficaces.

Todo lo nuevo asusta a nuestro cerebro. Aunque sea bueno. “Está programado para eso, no nos asustemos, aceptémoslo. Somos seres energéticos. Cerebro y corazón generan cambios electromagnéticos, podemos jugar con nuestra energía». Ana Ibáñez terminaba defendiendo que lo verdaderamente brillante procede de mentes libres. “Vivir es un arte y los artistas protagonistas de nuestra vida somos nosotros”.

Pensar mal, sentirnos mal
Pablo d’Ors, experto en autoconocimiento, meditación y silencio centraba su charla en la forma de trascender el ego, tan excesivo en el mundo moderno. “Ocupar en tu película el primer plano permanente es terrible”. En cambio, desvincularse de ese egocentrismo nos ayuda a limpiar la mirada y los oídos para ver de verdad a las personas. “Cuando trasciendes el ego tu mirada se libera de prejuicios”, señaló d’Ors.

El sacerdote proporcionaba la clave para llevarlo a cabo: la meditación integral (oriental y occidental) es transformadora, nos hace tener una actitud contemplativa y una mirada amorosa sobre la realidad. Y lanzaba la siguiente afirmación: el cuerpo es la puerta de entrada del alma. Revelaba también lo necesario para recorrer el camino interior:
Percepción (apunta a los sentidos) en lugar de reflexión (apunta a la mente). “Para percibir corporalmente hay que estar abierto a disfrutar, por ejemplo paseando en la naturaleza”. Identificarnos con el cuerpo y con la mente nos lleva a sufrir. “Las sensaciones igual que vienen, van, no son sólidas. No somos el cuerpo y no somos las emociones. Somos el testigo que mira las emociones”.

Nuestra forma de sentir obedece a nuestra manera de pensar. “Si tienes sentimientos negativos es porque piensas mal”. De la misma forma, señalaba la importancia de reconfigurarse a nivel neuronal. “Nos aferramos a las creencias que nos hacen sufrir, pero sin ellas seremos libres”. Entre estas creencias, en su opinión, está relacionar la muerte con algo malo en lugar de percatarse de que sólo muere el cuerpo, no el alma. Afirmaba que el juicio nos hace sufrir: “Las cosas no son buenas o malas, son perfectas. Todo el mundo hace las cosas lo mejor posible”. Además, el sufrimiento es evitable.

“Otra creencia está en el azar, en pensar que las cosas ocurren por suerte, cuando pasan por algo y para algo. Todo tiene un propósito de amor”. La soledad, señalaba d’Ors, obedece a una comprensión defectuosa de la realidad, porque todos somos uno. Otra creencia inútil: la ilusión. “Pensar que lo que vemos es la realidad nos esclaviza, pero la verdad nos hace libres”.
Inflamación, base de todas las enfermedades
Y si trascender el ego nos hará más humanos, decantarnos por una dieta antiinflamatoria logrará que vivamos mejor, contaba la dietista y nutricionista integrativa, y autora del libro “Adiós a la inflamación” Sandra Moñino. “Hoy en día la inflamación es la base de prácticamente todas las enfermedades. Cuando el sistema inmunitario no está bien, ataca a nuestro cuerpo”. La experta se centraba en la de tipo crónico. “Tomarse un helado un día no es malo, pero si a diario sumamos otros alimentos perjudiciales acabaremos cronificando dicha inflamación”.

¿Cómo saber si tenemos un proceso inflamatorio en nuestro organismo? Las pistas están en los dolores de cabeza frecuentes, estreñimiento, encías sensibles, eczemas en la piel, infecciones de orina, gases y caída del cabello. “La inflamación produce patologías digestivas, enfermedades autoinmunes, cardiovasculares, trastornos hormonales y desequilibrios emocionales, pues el intestino y el cerebro están conectados. Si el intestino está inflamado el organismo no absorberá los nutrientes”.
¿Por qué cada vez hay más gente inflamada? Abusamos de la comida procesada, y ojo, porque son peores los productos cero que los tradicionales: contienen cantidades industriales de edulcorantes y estos alteran la microbiota intestinal. Moñino recalcaba que el azúcar es la droga actual. “La OMS dice que no hay que superar los 25 gr al día para que el páncreas funcione, pero la mayoría consume más de 100, lo que genera una resistencia a la insulina que acarrea la acumulación de más grasa, procesos inflamatorios y diabetes”.

Introducía el concepto de hambre emocional, que sucede cuando el intestino está inflamado. ”La ansiedad y la depresión a menudo son consecuencia de un mal intestino, y las bacterias pueden ejercer control en los alimentos que nos apetece comer. Por otro lado el estrés crónico genera inflamación, y viceversa”. En muy buena parte, la solución está en la dieta: cereales integrales, huevos, aceites vírgenes, pescados y marisco, frutos secos, café, té y cacao, carnes de calidad, verduras, tubérculos, lácteos, frutas, legumbres y especias.

Pequeños hábitos con los que conseguiremos grandes cambios, según la dietista: no pasar hambre, evitar dietas restrictivas, acostumbrar al paladar a sabores naturales, tomar todos los nutrientes, no comer a todas horas, hacer deporte cada día, exponerse a la luz solar a diario y descansar bien. Para terminar, una frase esperanzadora: “El disfrute y la alegría son antiinflamatorios”.
Paz interior en lugar de felicidad
Al comenzar la tarde, María Fernández Miranda entrevistaba a la modelo y yogui Vanesa Lorenzo, autora de los libros Yoga, un estilo de vida y Crecer juntos, interesándose por sus gestos para cuidar el planeta. “Como ciudadana consumo alimentos ecológicos; como madre, intento inculcar a mis hijas el amor por la naturaleza; como empresaria he eliminado el plástico y apuesto por los tejidos sostenibles. He decidido ser una activista imperfecta en vez de una inmovilista”, reconocía.

“Con los hijos lo que más pesa es el ejemplo, a las mías las he introducido en el yoga”. Ante la pregunta de qué diría a quien nunca ha practicado yoga, la catalana se centraba en los beneficios: “No sólo te genera un estado de fortaleza y flexibilidad, sino una respiración consciente y descansos mentales”. También medita. “Puede parecer algo complejo, pero con ello he conseguido un estado de conciencia que me aporta paz”.
Con una vida más recogida hoy que en su pasado de modelo, aseguraba sentirse más conectada consigo misma. “Mis mejores experiencias han tenido lugar en conexión con la naturaleza”. La rutina de yoga de Vanesa ha cambiado debido a su ritmo de vida; ahora es intermitente. “Introduzco pequeñas respiraciones conscientes en el día a día, y si puedo hacer yoga, lo hago de mañana. Lo combino con ejercicio de fuerza y con caminatas por el campo”.

¿Y cómo lleva el paso del tiempo Vanesa Lorenzo? “Mejor ahora que antes, respeto más mi cuerpo, tengo una alimentación equilibrada y priorizo los alimentos que da la tierra, pero no soy vegana ni estricta”. Se reconoce en busca de la paz interior y no tanto de la felicidad: “Esta es más pasajera”. ¿El legado que le gustaría dejar? “Me enfoco en mis hijas: que generen un pensamiento crítico y libre y que aprendan a conectar con ellas mismas”. Lo que la llevó a escribir este segundo libro fue el objetivo de acercar a la población la práctica de yoga de manera sencilla. ¿Su propósito vital? “Confieso que no lo sé, pero trato de dignificar mi tiempo”.
Hacer mucho engancha
Hoy en día estar a tope es sinónimo de éxito. “Cuando la cabeza está tan atropellada nos volvemos manipulables. Si en ese momento nos dan una orden, lo más probable es que la cabeza nos diga: continúa”, empezaba la periodista y divulgadora Elva Abril. Cuanto más hacemos, más embalados vamos. “Parar nos permite acceder a mucha información emocional, como qué nos conviene, y nos aporta la perspectiva necesaria para decidir.
Sin embargo, nos enganchamos al estrés de fuera porque es más fácil de sostener que el estrés de dentro”. Vivir en la constante acción engancha porque nos desconecta, contaba Elva. “Y vivir desconectados es sencillo”. Lo que sucede es que, cuando estamos agotados de tanta hiperproductividad, en lugar de accionar, reaccionamos, o lo que es lo mismo: apagamos incendios.

Pensar a largo plazo es agotador, añadía. “Nos hace preguntarnos quién queremos ser, qué valores tenemos. Pero es bueno darse cuenta de que si paramos y miramos hacia adentro, seremos más creativos; reconectar con el ritmo natural permite la atención plena”, añadía. Quien responde con una reacción es útil, mientras que quien coge perspectiva, aporta valor. Ponía sobre la mesa un concepto incómodo: elegir es renunciar.

“El problema es que en la era de la velocidad, nos han enseñado que podemos tenerlo todo a la vez, cuando en realidad no tenemos nada”. Instaba a vigilar que la tan de moda psicología positiva no nos evite hacer el trabajo emocional necesario. “Cuando hacemos mucho, dejamos de ver con claridad”. Parar, como clave para avanzar. Terminaba con una frase que una vez le dijo su abuela. “Que con tanta velocidad no se te olvide vivir”.
Cadena de conciencia
Con solo 17 años, la activista medioamiental Olivia Mandle e integrante del Re.Generation Future Leaders Program de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco ha inventado un sistema personal para acabar con los microplásticos, a base de botellas de aguas de plástico reciclado unidas a medias de ballet. “Considero fundamental crear una cadena de conciencia”.

Entre sus últimos proyectos llevados a cabo está la limpieza del mar Mediterráneo, el cual aumenta su temperatura un 20% por encima de la media. Desde pequeña siempre ha querido ser científica marina para liberar a los delfines del cautiverio que sufren. Su actual campaña “No es país para delfines” acumula 159.200 firmas, “pero necesito más”.
uenta con un programa en la televisión catalana para tratar de cambiar el mundo enseñando la realidad sin filtros y ha escrito el libro Sí es cosa tuya con el fin de reflexionar sobre el cambio climático. “Hay esperanza, pero tiene que ir acompañada de acción. Me cuesta entender que haya tantas personas con la venda en los ojos ante el cambio climático. Yo creo que juntos podemos marcar una diferencia para cambiar el mundo”.
¿Qué necesitamos para ser felices?
Nada, según el escritor y conferenciante Ferrán Cases: ya lo tenemos todo. Director del centro Bye Bye Ansiedad y autor del libro Sí a (casi) todo, ponía el broche final en la sala The Room. Reconocía haber sufrido en sí mismo esta emoción de joven y haber probado todo tipo de terapias (Chi Kung, inmersión en agua fría, meditación) sin éxito. Además de sugerir trucos para rebajar los síntomas de la ansiedad, como bostezar y respirar (inspirar en 3 segundos y espirar en 6) reveló cómo con los años dio con tres caminos para salir de la ansiedad.

El fisiológico u hormonal: la dopamina, hormona de la recompensa (establecer metas y lograrlas, hacer ejercicio, una dieta balanceada, sueño adecuado); la serotonina, el estabilizador del estado de ánimo (luz solar, ejercicio, etc). La oxitocina, hormona del vínculo social (abrazar y pasar tiempo con seres queridos); y las endorfinas, que alivian de manera natural el dolor (risas, música, chocolate y ejercicio, sobre todo correr)”. A nivel psicológico recomendaba buscar nuevos retos, capitanear nuestro propio barco y emprender proyectos en equipo. Y por último, una actitud con un sí a (casi) todo, aceptando las experiencias vitales como son.

“Chulísima” era la expresión más escuchada sobre la goodie bag con la que se obsequiaba al público. En ella se puede encontrar una revista MujerHoy de noviembre, toalla deportiva y folleto informativo de DKV, toallitas íntimas biodegradables de Clarel con tarjeta descuento, botellita de colágeno puro Gold Collagen, crema de manos de karité L’Occitane con código de descuento, tarjetón de regalo para acceso prémium a las meditaciones de la app Petit BamBou, comba y goma elástica de yoga de Quirón Salud, bolsita de snacks saludables Snack´in for you, botella de agua Solán de Cabras, guía de hábitos saludables de Novartis, botellita ProAge Day de Luxmetique, contorno de ojos Anti-Aging y tarjeta descuento de Alma Secret, braguitas menstruales deportivas DIM Protect y muestra de champú Go Organic de Farma Dorsch junto a una tarjeta descuento.

Juegos, masajes y más
The Lounge se convirtió en el espacio ideal para hacer un divertido break. Desde el reto DKV mencionado a probar el nuevo Volvo X30 eléctrico o disfrutar de un ratito relax con Clarel, que proponía en su stand una exfoliación de manos, aromaterapia, y gimnasia facial y obsequiaba con una crema de manos; para reponer fuerzas, Gold Collagen ofrecía sus deliciosos batidos realizados con colágeno, ideal para el organismo y para una piel resplandeciente, y Snacking for you, sus snacks saludables (el plus: en su stand se sorteaba un precioso look de yoga).

Tras pasar por el photocall de Inmode se podía un break gracias a L’Occitane con un masaje de manos, un diagnóstico facial y un juego de azar con premio. Si entraba sed, sólo había que pasar por el stand de Solán de Cabras. Por su parte, la app de mindfulness Petit BamBou realizaba una meditación con Ana Sierra; el Grupo Hospitalario Quirón ofrecía un análisis del índice de masa corporal y en la primera planta, una charla sobre alteraciones del sueño, dolor crónico y estrés, así como un taller sobre corrección postural para la prevención de patologías del suelo pélvico. La compañía de salud y biotecnología Novartis también realizaba dos talleres para contribuir a mejorar la salud. No faltó el espacio para la firma de libros de Álex Rovira, Sandra Moñino, Pablo d’Ors, Vanesa Lorenzo, Olivia Mandle y Ferran Cases.
Calma y acción
En The Studio los amantes del yoga encontraron su espacio, tanto en la sesión de Vinyasa de Mercedes de la Rosa como en la de Strong Flow a cargo de Mariana Garay para aumentar la energía, en la de Kundalini de Mariana Salinas para abrir el corazón, Yoga Nidra para un mayor relax con Ana Carolina Martínez o Yin Yoga junto a Carolina Drake para equilibrar los meridianos.

No faltó la práctica de mindfulness para gestionar la ansiedad por parte de Petit BamBou con Ana Sierra y las técnicas de atención plena impartidas por Ksenia Ryzhkova, así como Breathe Work con el fin de eliminar toxinas y estrés a través de la respiración gracias a la psicoterapeuta Andrea Klimovitz. ¿Más acción? Entreno de fuerza, impartido por la entrenadora funcional Cristina Orive.
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