¿Abrazar árboles puede hacernos más felices?

La silvoterapia o baño de bosque es una técnica japonesa que ha ido calando poco a poco en Occidente, sobre todo al comprobar sus maravillosos beneficios. En contacto con la naturaleza relaja el cuerpo y la mente pero ¿y si damos un paso más allá? Fundirse en un abrazo con un árbol puede ser altamente terapéutico. Te contamos la razón.

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Qué dice la ciencia al respecto

El investigador Matthew Silverstone en su libro Blynded by Science asegura que la energía vibracional de los árboles, influye en la salud física y mental del ser humano. Tanto es así que escribió su libro después de comprobar, atónito, como su hijo mejoraba de su fatiga crónica, algo que no había conseguido con ninguna medicación ni pauta médica. Él, hombre de ciencia, cuando un vecino le recomendó la práctica de abrazar árboles, por supuesto no la contempló en un primer momento como una herramienta válida para devolverle la salud perdida a su pequeño. Sin embargo, como pasaba el tiempo y no se advertían mejorías en su hijo, decidió probarlo como una medida desesperada. Con el paso de los días asistió, perplejo, a una rehabilitación y a una recuperación de las fuerzas increíblemente notables en su hijo. A partir de ahí decidió estudiar este fenómeno para darle una explicación a este maravilloso milagro de la naturaleza.

Silverstone descubrió que los árboles poseen una energía capaz de conectarlos con otros árboles, incluso pueden relacionarse. Sus vibraciones, afirma, pueden tener un efecto beneficioso en nuestro cuerpo físico, en nuestras emociones y en nuestra mente.

En su libro explica que los árboles contribuyen a disminuir la depresión y el estrés, incluso aliviarían los dolores de cabeza y podrían combatir problemas de sueño.

El poder vibracional de los árboles

La ciencia evidencia los beneficios que aporta para el ser humano pasar tiempo al aire libre y en la naturaleza. Los árboles tienen unos patrones vibratorios diferentes a los nuestros y abrazarlos aporta calma, serenidad y bienestar a raudales según comprobó Silverstone.

Los árboles están cargados de la energía vital que emana directamente de la tierra. Algunas personas pueden descargarnos de energía debido a cuestiones emocionales pero los árboles tienen el poder de recargarnos. Al abrazar un árbol entramos en sintonía con la naturaleza y comenzamos a fluir con un mayor nivel de bienestar. Incluso en los niños se ha observado un mejor desarrollo psicológico y emocional si pasan más tiempo en contacto con la naturaleza.

Jean Luc Riehm, Welthy Expert del hotel La Bobadilla, a Royal Hideway, explica que “la arboterapia es una tradición ancestral con raíces celtas, no se limita a la experiencia de abrazar árboles como vía para sentirnos mejor, sino que también se refiere a frecuentar bosques y espacios verdes”.

“Un gesto tan sencillo como abrazar un árbol cuenta con beneficios tan diversos que su práctica es recomendable en la mayoría de los casos. Poder disfrutar de la naturaleza, puede ayudarnos además a reconectar con nosotros mismos”, apunta Jean-Luc Riehm.

Beneficios de abrazar árboles

Desde hace cientos de años, abrazar árboles es una práctica que la ciencia ha comprobado que es beneficiosa para el ser humano. ¿Qué beneficios puedes obtener abrazando un árbol? Ayuda a mejorar la concentración, reduce los niveles de estrés y de ansiedad, aporta paz y calma y es un gesto que relaja muchísimo.

También aleja los pensamientos negativos y combate la depresión, incluso puede ayuda con problemas de sueño, déficit de atención, hipertensión arterial o el asma. ¡Increíble!

Si decides con el buen tiempo, y si la alergia lo permite, salir a pasear a bosques, hayedos, montes o dehesas, no dudes en darte un baño de bosque, quitarte los zapatos, conectarte con la tierra y abrazar un árbol para sentir la vibración de la naturaleza y como la vida late al compás que marcan la tierra y el sol. Los abrazos son gratis y nos aportan una gran riqueza. En muchas ocasiones, un abrazo es la mejor medicina.