Cómo puedes saber si tu pareja ya no está enamorada de ti

A todas las parejas les gustaría mantener la pasión y la fortaleza emocional de los inicios, pero el paso del tiempo hace que la manifestación de los sentimientos, si bien no tiene por qué extinguirse, si se vuelve más tenue. Para que una relación no perezca con el paso del tiempo, hay que cuidarla a diario y asumir que la etapa del enamoramiento es pasajera, y que el amor no siempre viene acompañado de fuegos artificiales.

«Las relaciones son como las plantas hay que cuidarlas a diario, si se descuidan a nivel emocional o afectivo la pareja se resiente lentamente. Las señales que detectan el alejamiento no aparecen de un día para otro, es progresivo el deterioro», comenta la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz. Si tu intención es alimentar tu relación para que el paso del tiempo no la deteriore, debes estar atenta a las señales de que tu pareja pueda estar perdiendo el interés por ti.

Señales que delatan que ya no siente lo mismo

«Cada pareja es única, de modo que para detectar un distanciamiento sólo tendrás que prestar atención a esos pequeños o grandes gestos que eran parte de vosotros a lo largo de toda la relación pero que van desapareciendo o disipándose», aconseja Silvia Sanz. Si tu pareja nunca te ha regalado flores no hay problema, pero si cada viernes te regalaba un ramo y deja de hacerlo, puede ser un síntoma de que algo está ocurriendo. Teniendo en cuenta las diferencias derivadas de la singularidad de cada pareja, estas son las señales más frecuentes que ha encontrado Sanz en su consulta:

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• Los besos diarios, tanto al llegar a casa como al irse, incluso los que se dan antes de dormir, empiezan a desaparecer.
• Las conversaciones diarias, tanto telefónicas como en persona, comienzan a ser breves, sin gran contenido o inexistentes.
• Los mensajes para preguntar qué tal el día o para mostrar interés se olvidan.
• Los planes en pareja a solas, son reemplazados por tareas, obligaciones, planes familiares o individuales.
• Los momentos románticos, tanto por fechas especiales o las sorpresas se mitigan.
• Las conversaciones empiezan a ser triviales o terminar en pequeños o grandes roces.
• Ya no se expresan emociones gratificantes y estas se sustituyen por conflictos frecuentes, irritabilidad o desinterés.
• Las parcelas individuales crecen hasta anular los espacios compartidos de la relación. Ya no hay casi tiempo para el nosotros.
• Tienes la sensación de que no conoces a la otra persona o que todo lo que dices le molesta, incluso no le apetece estar contigo.
• Se reduce el deseo sexual o aparece el rechazo hacia la pareja, incluso puede que se empiece a fijar en otras personas de un modo diferente.
• Te imaginas que puede estar con otra persona y la sensación que antes te podía provocar se convierte en alivio o indiferencia.
• Dejas de admirar lo que antes te provocaba amor.
• Ya no hay espacio para los planes futuros compartidos. No se habla de futuro.

Según comenta la experta, estas pueden ser algunas de las señales que indican que la relación se está apagando, pero eso no significa que si detectas una de ellas tengas que alarmarte. «Es más bien el conjunto de varios de estos indicios, lo que delata que algo no funciona tan bien como antes», aclara Sanz.

¿Y qué ocurre con las relaciones sexuales? ¿La disminución de la frecuencia es un síntoma de que la relación va mal? Pues no exactamente, ya que es normal que existan épocas en las que exista menos frecuencia en las relaciones sexuales debido a diversas circunstancias vitales: estrés, falta de tiempo, alguna medicación, obligaciones… «O simplemente lo previsible, que provoca que disminuya el apetito sexual por el paso de los años si no se cuida este aspecto», puntualiza Silvia.

La comunicación, clave en el proceso

Si se detectan alguna de estas señales y tu intención es recuperar tu relación, el primer paso es hablar con la otra persona. Pero abordar un tema tan delicado no siempre es fácil y «necesita tiempo y un lugar especial para ello», según la experta. Con el fin de preparar el marco ideal para tener esta conversación, sería apropiado plantear un día y un momento donde no vaya a haber interrupciones y que ambos miembros de la pareja se sientan descansados, para que el ambiente sea propicio para la conversación y no para las culpas.

1. Contextualizar la relación: comenzar a hablar de los problemas existentes en tu relación es muy difícil, por eso Silvia da ciertas pautas. Para empezar, «lo más adecuado sería empezar por contextualizar la relación: hablar del tiempo que lleváis juntos, de vuestros inicios… con el fin de evocar emociones olvidadas, recordar lo que os enamoró y todos aquellos aspectos que os unían y compartíais o hacían vuestra relación especial», aconseja la experta.
2. Plantear la situación sin reproches: después de recordar qué os llevó a enamoraros, es el momento de plantear los problemas actuales, pero siempre con un tono calmado y sin reproches. Recuerda que el objetivo es entender qué sucede entre vosotros, no buscar culpables. «Puedes realizar una pregunta abierta para que tu pareja pueda expresar los diferentes motivos que os han podido llevar al alejamiento y su postura ante lo que estás viviendo», recomienda Sanz.
3. Preguntar directamente, si es necesario: si después de tratar los problemas dando tu punto de vista y escuchando activamente el de la otra persona, no se menciona la falta de amor, quizá puedes preguntarlo abiertamente. «Creía que tus sentimientos habían cambiado y ese era el motivo de nuestras diferencias, ¿Me quieres?, ¿Me amas, pero no quieres estar conmigo?».
4. Asumir que la decisión no tiene por qué ser la deseada: una vez habéis hablado de todo lo que pensáis, sólo queda plantear las diferentes opciones y tomar una decisión, que podría ser poner de vuestra parte para solucionarlo o dejar ir a tu pareja si es lo que quiere. «Desea para ti lo que querrías para cualquier ser querido, estar acompañado de alguien que te quiere y desea recuperar la relación», aconseja la experta.

Cómo volver a fortalecer una relación

Como ya se ha mencionado, cada relación es un mundo y lo ideal sería individualizar cada situación y aportar claves de manera personalizada. Pero existen ciertas pautas genéricas que todas las parejas deberían llevar a cabo para fortalecer la relación. «Si se cuida desde un inicio y no se deja de sorprender al otro con pequeños gestos y detalles se puede mantener la conexión en la relación«, asegura Silvia Sanz. Así que la clave está en esto, en los pequeños detalles, no en los gestos grandilocuentes. Estas son alguna de las claves que nos aporta la experta:

• Cuidar la comunicación, tanto la verbal como la no verbal.
• Ponernos en el lugar del otro, empatizar y querer entender a nuestra pareja.
• No malintencionar a tu pareja. Cuando recibes por su parte algo que no te gusta, pregunta antes de acusar.
• Buscar momentos para realizar planes en pareja, a solas, donde poder encontrarnos y seducirnos de nuevo.
• Tampoco está de más, planificar encuentros sexuales, si es difícil encontrar momentos para la intimidad por el ritmo de vida. Quedar para amarse es una buena opción.
• Sorprender a tu pareja de vez en cuando, como muestra de amor, tanto emocionalmente como sexualmente. Podéis explorar nuevas experiencias, probar nuevos juegos o preguntar por inquietudes sexuales para reavivar este aspecto.
• Expresar cada día algo que te guste del otro o agradecer su modo de actuar contigo.

«Podría enumerar un sinfín de claves más para fortalecer la relación, dejo las que creo que son las más importantes. Otra opción puede ser acudir a terapia de pareja donde aprender a fortalecer los lazos en función de la dificultad que tengáis», termina aconsejando Silvia Sanz.