
Muchas parejas de larga duración llegan a una etapa en la que la cama deja de tener importancia. FOTO: Fotograma de It`s complicated.
MENTE
Parejas en couplepause, el cese de la intimidad del que nadie habla pero todo el mundo practica
Más parejas de las que imaginas llevan años sin tener relaciones, pero esta situación no necesariamente implica un problema, especialmente cuando se mantienen otras formas afectivas de conexión.
Por María Corisco
28 DE FEBRERO DE 2025 / 13:40
Un día estás en una relación llena de pasión y desenfreno… y al siguiente te das cuenta de que el momento más emocionante de la semana es el de elegir juntos el sabor de la pizza del sábado. Si esto te suena familiar, podrías estar viviendo una couplepause. No es el fin del mundo, aunque pueda parecerlo para algunos: es esa fase en la que la vida en pareja sigue funcionando perfectamente en lo logístico (facturas pagadas, cenas compartidas, series en Netflix), pero la pasión ha decidido tomarse unas largas vacaciones. Y lo más curioso es que esto es mucho más común de lo que te puedes imaginar: de hecho, las investigaciones señalan que entre entre el 10% y el 20% de las parejas casadas entran en lo que se conoce como una relación sin sexo (definida generalmente como tener sexo menos de 10 veces al año o ninguna en absoluto).
«En la narrativa convencional sobre las relaciones de pareja, el sexo suele considerarse un pilar fundamental», explica la terapeuta de parejas Ana Domínguez. «Sin embargo, en la realidad de muchas parejas, la actividad sexual disminuye o desaparece por completo durante largos periodos sin que esto implique necesariamente el fin de la relación. A este fenómeno se le ha comenzado a llamar couplepause, una etapa en la que la vida en pareja sigue funcionando, pero sin interacciones sexuales».


Aunque socialmente se asume que la falta de intimidad es un indicativo de crisis o insatisfacción, en muchas parejas la couplepause ocurre de forma natural. De alguna manera, la frecuencia en las relaciones va siendo cada vez menor y, progresivamente, se termina prescindiendo del sexo, aunque a veces se retome, como por ejemplo en unas vacaciones, una escapada o tras un evento que rompe la rutina.
¿Por qué aparece la couplepause?
La ausencia prolongada de sexo en una pareja puede deberse a una combinación de factores físicos, emocionales y sociales:
- Factores emocionales. La rutina y la convivencia pueden hacer que la pareja se transforme en compañeros de vida más que en amantes. También se reduce la conexión física debido al distanciamiento que provocan los conflictos no resueltosm y puede que haya problemas de estrés o depresión que afectaen al deseo sexual.
- Factores biológicos. Los cambios hormonales que se producen en la menopausia o la andropausia pueden disminuir el deseo, así como el cansancio físico o la falta de energía. También ciertos problemas de salud o el uso de algunos fármacos pueden reducir el interés sexual.
- Factores sociales. Desde las exigencias del trabajo a las responsabilidades cotidianas y en la crianza de los hijos, poco a poco se va limitando el espacio para la intimidad y el deseo. Además, la idealización de la sexualidad en los medios y redes sociales genera presión e inseguridad.
- Diferencia en el deseo sexual. En muchas parejas, uno de los miembros puede tener menos interés en el sexo que el otro, lo que genera desequilibrio y, en algunos casos, evita que la relación se reactive sexualmente.
¿Realmente es un problema?
La couplepause no siempre es un problema en sí misma. Puede ser una fase natural dentro de una relación de larga duración, pero también un síntoma de conflictos más profundos. La clave está en cómo la perciben y gestionan ambos miembros de la pareja. «Algunas parejas encuentran estabilidad y felicidad en una relación sin intimidad sexual, mientras que otras lo viven con angustia y frustración», apunta Ana Domínguez, que señala que es importante diferenciar entre:
- Couplepause consensuada: Ambos miembros aceptan la situación y no sienten que la relación esté en peligro.
- Couplepause conflictiva: Alguno de los dos siente insatisfacción, lo que puede generar infidelidades, frustración o incluso la separación.
En el primero de los casos, cuando a ninguno de los dos les genera malestar seguir en pareja aunque no mantengan relaciones sexuales, es importante que se mantengan otros tipos de conexión. «Aunque haya menos sexo o menos expresiones de amor, si aún hay complicidad, cariño y proyectos en común, y se sigue disfrutando del tiempo juntos, con gestos de afecto y comunicación, esta pausa puede vivirse con total normalidad. Son muchas las parejas que priorizan otros aspectos de la relación sobre la sexualidad sin sentirse infelices».
En el caso de las couplepauses conflictivas, a menudo se da el problema de que uno de los dos lo vive con frustración o insatisfacción. «Es un problema cuando uno de los miembros necesita más conexión emocional o sexual y el otro no muestra interés en abordarlo, o responde con indiferencia o rechazo». Si la falta de contacto físico y emocional se alarga indefinidamente sin intención de recuperarlo, se puede llegar a un momento en el que se actúe más como compañeros de piso que como pareja. Y el problema se agrava «cuando la falta de intimidad es una consecuencia de peleas no gestionadas, heridas emocionales o problemas de comunicación, y cuando se evita el contacto físico o emocional como forma de castigo o indiferencia».
No es raro, en estos casos, que uno de los dos empiece a buscar conexión fuera de la pareja, ya que «la ausencia de intimidad puede llevar a una búsqueda de validación en otras personas, ya sea a través de flirteo, infidelidades emocionales o físicas».
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