La dinámica del gato y el ratón puede acabar por dañar, y mucho, tu relación íntima. FOTO: fotograma película Amor y otras drogas.
MENTE
La dinámica del gato y el ratón que puede dañar tu relación de pareja
Cuando uno siente más deseo y busca tener sexo con mayor frecuencia, la otra persona puede acabar por sentirse acorralado.
Por Paka Díaz
28 DE ABRIL DE 2025 / 14:00
Hay parejas en las que la necesidad de tener relaciones sexuales están desequilibradas. Mientras para un miembro de la pareja el sexo es fundamental, para el otro no lo es tanto. Esto puede ocurrir en momentos puntuales, o mantenerse en el tiempo. El problema sucede cuando esas necesidades no se comunican de forma adecuada y acaban por hacer daño a ambas partes de la pareja.
Así, mientras una persona busca más sexo, la otra tiende a retirarse, generando inseguridad y distanciamiento en las dos. «La dinámica del gato y el ratón es una de las más destructivas en las relaciones», confirma Silvia Llop, psicóloga y experta en relaciones de pareja, autora del libro Ahí no es, Mari Carmen. En él, usa su propia experiencia amorosa para explicar los problemas más comunes a los que se enfrentan las pareja, y cómo salir de esa ratonera en la que, a veces, se convierte la relación.
Qué es la dinámica del gato y el ratón
Esta dinámica es frecuente entre relaciones de pareja y puede acabar por dañar, y mucho, tu relación íntima. Ocurre cuando entre la pareja hay uno que siente más deseo y busca tener sexo con mayor frecuencia, que sería el gato. Al ser siempre el que busca, al final puede acabar por sentirse inseguro y poco amado. Mientras que el otro miembro de la pareja, el ratón, es probable que se sienta acorralado y perseguido, por lo que cada vez mostrará menos cariño, por miedo.
Las consecuencias pueden incluir la pérdida de deseo por ambas partes y la ruptura. Ya que «puede generar un círculo vicioso de inseguridad, ansiedad y rechazo», señala Llop. Según explica, «la persona que busca mayor intimidad puede sentir que no es deseada o que no está siendo valorada. Mientras que la que se retira puede sentirse incapaz de satisfacer las expectativas de la pareja, lo que alimenta el distanciamiento».
Por qué se cae en esta dinámica
Para identificar si nuestra relación está atrapada en la dinámica del gato y el ratón, hay algunas señales de advertencia claras. Por ejemplo, que uno de los miembros de la pareja siempre persigue al otro para tener más intimidad, mientras que el otro se aleja o rechaza constantemente. Como aclara la psicotepeuta, «si empiezas a sentir que la intimidad sexual se convierte en una fuente de conflicto más que de placer. Si las conversaciones sobre el tema terminan en discusiones o el silencio, es una señal de que algo no está funcionando».
La experta en parejas señala además que «el distanciamiento emocional y la falta de conexión son también indicadores de que hay un problema que necesita atención. Y que debería abordarse antes de que se convierta en una barrera insuperable». Además, advierte que las principales razones por las que ocurre incluyen «la falta de comunicación sobre las necesidades sexuales, expectativas poco realistas y presiones externas, como el estrés laboral, los hijos, etc».
Consecuencias de la dinámica del gato y el ratón
En pareja, esta dinámica puede afectar no solo la relación sexual, sino también la emocional, y provocar resentimientos y falta de comunicación. Las consecuencias psicológicas incluyen baja autoestima, frustración y tristeza, según destaca la psicóloga. Para romper esta dinámica, Llop puntualiza que «es importante comunicarse abierta y respetuosamente sobre los deseos y las necesidades, sin presión, y buscar un equilibrio donde ambos se sientan cómodos y comprendidos».
Para prevenir esta dinámica desde el principio, Silvia Llop recuerda que «es crucial mantener una comunicación abierta y sincera sobre los deseos, respetar las diferencias en las necesidades sexuales y no forzar a la pareja a cumplir expectativas que no comparte». Pero si ya estamos atrapados en ella, hay formas de romper el círculo y restaurar la conexión emocional y sexual. Lo primero que subraya la profesional es la importancia de «reconocer el patrón y hablar de manera honesta sobre cómo se sienten ambos». Por último, recuerda que «ir a terapia de pareja para poder trabajar sobre ello con una mirada externa profesional puede ser una buena idea».