No dejes que saboteen tu trabajo: cómo lidiar con esos compañeros trepas

Tienes todo lo que hace falta para triunfar en tu trabajo. Lo que, por muy injusto que resulte, no siempre garantiza el éxito. Que muchas veces está supeditado, además de a tus capacidades, a cómo actúen tus compañeros. No sólo porque esté en sus manos que te brinden, o nieguen, su apoyo, sino porque, más importante aún, pueden ponerte muchas zancadillas en el camino. Saboteando todo lo que haces, apropiándose de tus méritos o hablando (muy) mal de ti delante de tus jefes. Es el momento de pararle los pies.

Tiffany Uman, coach de estrategias profesionales y experta en el desarrollo de entorno laborales, explica que «los compañeros celosos suponen un verdadero peligro para el entorno laboral, por lo que es importante asegurarse de que no interrumpan tu progresión». Te contamos como lidiar con esos compañeros advenedizos y traicioneros que no te dejan avanzar para que, por fin, logres ese ascenso que tanto mereces.

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No dejes que pisoteen tu trabajo

Tu trabajo te obliga a pasar mucho tiempo con tus compañeros, por lo que es importante que tengas una buena relación con todos ellos. Lo que no siempre resulta posible. Por mucho que te esfuerces, no puedes caerle bien a todo el mundo. Y tampoco debes esperar que la persona que te detesta se alegre de tus triunfos. Por lo que acabará poniéndote palos en las ruedas para que fracases y, así, evitar tanto tu alegría como su disgusto.

También es posible que la relación afable que mantienes con tu compañero sea totalmente interesada. Por su parte. Para robarte tus ideas y presentarlas como propias a unos jefes a los que no deja de dorarles la píldora. Una actitud que define al trepa de toda la vida. Pero aún hay una tercera posibilidad: que el compañero que tanto mal te hace verdaderamente te adore. Que sea tu amigo del alma pero que esté celoso de tus éxitos.

No dudes de tus capacidades

Da igual por la razón por la que sabotean tu trabajo. No debes dejarte pisotear. Y lo primero que tienes que hacer es evaluar la percepción que tienes sobre ti mismo. Que las críticas ajenas hagan (tanta) mella en tu autoestima puede ser una señal de que, en realidad, no te valoras tanto como pensabas. Así que tienes que creer más en ti mismo. No dudar de tus capacidades. Comprender que los comentarios, por lo general interesados, que hacen sobre ti no te representan. Que tienes que seguir adelante. Le pese a quien le pese.

No le prestes atención

El motivo por el que un compañero te ataca es porque te ve como una amenaza. Por lo que, además de verter calumnias sobre ti a tus espaldas, buscará sacarte de tus casillas esperando una reacción visceral que te desacredite a ojos de los demás. No le des el gusto. Simplemente, ignóralo, pues como apunta Tiffany Uman, «cuanta mayor sea la atención que le prestes, más perpetuará su comportamiento».

Busca apoyo en tu círculo de confianza y hazle frente

De hecho, debes dedicar tu atención a aquellos colegas que sí merecen tu confianza. En los que apoyarte cuando los rumores malintencionados que circulan sobre ti, aun totalmente falsos, puedan dañar tu imagen. Como refiere la experta, «al tener una buena impresión de ti, los compañeros con los que guardas una buena relación darán fe de tu carácter e integridad, reduciendo el impacto que los que te quieren mal tienen sobre ti».

Pero tu paciencia tiene un límite. Por mucho que le ignores, por mucho que sus mentiras sobre ti caigan en saco roto, tu compañero no depone su actitud. Así que ha llegado el momento de tener una conversación con él. Cara a cara. Con calma y siendo curioso. Tratando de comprender las causas de su comportamiento y, de resultar posible, encontrar una manera de seguir adelante que os beneficie a ambos. Tu hasta ahora enemigo se convertirá en tu más firme aliado.