Estas son las 10 razones por las que las mujeres son infieles a sus parejas

La infidelidad no es una cuestión de género. Las relaciones sexuales a espaldas de la pareja no son exclusivas ni de mujeres ni de varones. Y si bien la ciencia ha demostrado la existencia de una base genética común que justifica una mayor tendencia a estos engaños, parece haber diferencias en las razones por las que unas, y otros, los cometen.

Concretamente y según ha mostrado del Occidental College de Los Ángeles, hasta un 34% de los hombres son infieles a sus parejas en algún momento de su vida. Un porcentaje que en el caso de las mujeres se reduce a un 24%.

Alisa Abdullaeva, coach especializada en relaciones, apunta que «las mujeres priorizan en sus relaciones el cumplimiento de dos necesidades básicas: sentirse tanto seguras en la relación como apreciadas por sus parejas. Y cuando esto no sucede, buscarán antes o después a un nuevo compañero con quien lograrlo».

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Los detonantes de la promiscuidad masculina han sido objeto de infinidad de estudios. Y no se trata, como tantas veces se ha aludido apelando a la biología, de una búsqueda subconsciente de mayores probabilidades de cumplir con su supuesta responsabilidad reproductiva. Por el contrario, como ha observado recientemente la Universidad de Oxford, el principal motivo aducido por los propios varones es la insatisfacción con su relación (30,4%), seguido del mayor atractivo sexual que, frente a su pareja, encuentran en su amante ocasional (15,9%), y de la necesidad de satisfacer unos deseos sexuales que su pareja no puede cumplir (13,8%).

Se sienten vacías en su relación

Las razones de las mujeres son otro cantar. De hecho, el de los investigadores británicos es uno de los escasos trabajos centrados en la infidelidad femenina. Y según los resultados, la principal causa es la misma que la argüida por los varones: la condena de vivir una relación romántica poco, o nada, satisfactoria. Si bien en este caso el porcentaje se dispara hasta el 64,7%.

La segunda razón para el engaño tiene que ver mucho con la primera: la falta de conexión. Hasta un 22,4% de las mujeres, por únicamente un 5% de los varones, que se lanzan a tener una aventura lo hacen por sentir que sus parejas han perdido el interés en ellas.

Alisa Abdullaeva refiere que «cuando una mujer siente que no puede compartir sus emociones, tanto positivas como negativas, y es dejada continuamente de lado, buscará una nueva pareja que colme este vacío, pudiendo desarrollar fácilmente sentimientos hacia esa nueva persona que la escucha».

Donde las dan las toman

Sin embargo, la principal diferencia se encuentra en el tercer motivo aducido por las féminas: la búsqueda de venganza. O lo que es lo mismo, pagar con la misma moneda a quien abrió la veda de la infidelidad. Aunque en realidad se trate tan sólo de una sospecha y no haya confirmación del engaño previo. Un desencadenante reconocido por el 15,5% de las mujeres –frente al 2,8% de los varones– que engañan a sus parejas.

La siguiente razón es la falta de satisfacción sexual en el seno de la relación. Ya sea por la cantidad o la calidad, presuntamente escasas, de sus encuentros íntimos. Lo que sucede en el 8,6% de los casos de infidelidad de las mujeres –y en el 9,2% de los de los hombres.

Están aburridas con su actual relación

La quinta razón en el ranking femenino, con un nada desdeñable 7,7% –y un 5,8% en el caso de los varones– es el aburrimiento con la actual relación. Lo que podría explicar que el 6,9% de las mujeres que engañan lo justifiquen por la necesidad de validación y aumento de la autoestima –sexto motivo, siendo el porcentaje del 3,6% en los varones–, así que como el 5,2% lo hagan por la mera novedad –séptimo, elevándose esta proporción al 10,9% en las razones de los hombres.

Qi Zhai-McCartney, psicoterapeuta y coach de relaciones de parejas, recuerda que «las personas que cometen una infidelidad no están necesariamente buscando otra pareja, sino algo que han perdido dentro de sí mismas o en la dinámica de su relación».

En realidad, el estudio expone un total de 18 causas, encontrándose entre ellas el escaso juicio en la juventud o el consumo de alcohol. Da igual. El decálogo se completa con el encuentro con una persona que les resulta irresistible o, cuando menos, más atractiva que su actual compañero –5,2%–; sentir que la relación está condenada y, por tanto, a punto de romperse –6%; 4,3% en los varones–; y vivir una relación a distancia –3,45%; 9,4% en los hombres.