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Entrevista
¿Cómo llevar a cabo tu propia revolución psicológica? Walter Riso nos da las claves en ‘El coraje de ser quien eres’
El conocido autor acaba de publicar nuevo libro, donde descubre que rebelarse ante nuestras creencias adquiridas puede ayudarnos a desarrollar nuestro verdadero potencial. He aquí el cómo hacerlo.
Por Miriam Aguilar
20 DE MARZO DE 2022 / 06:31
Es muy posible que conozcas bien a Walter Riso: solo su Instagram aglutina a más de tres millones y medio de seguidores a los que aporta luz y esperanza a través de sus mensajes, honestos y coherentes. Este psicólogo clínico con más de treinta años de experiencia se especializó en Terapia Cognitiva y tiene una maestría en Bioética. Sus libros son todo un éxito y se alzan como la vacuna contra el sufrimiento humano a través de estilos de vida saludables en distintos aspectos de la vida.
En ‘El coraje de ser quien eres (aunque no gustes)’ (Zenith) el autor parte de un principio básico: la libertad. «Sobre ti decides y mandas solo tú», dice.
Las enseñanzas que nos han inculcado desde pequeños se han convertido en creencias que nos limitan. De este concepto hablamos con Mario Alonso Puig en nuestro gran evento Mercedes-EQ Welife Festival. Riso piensa que la libertad no está al final del camino, sino al principio, como alegaba Krishnamurti. La ‘revolución psicológica’ supone desprenderse de esos chips que nos han implantado para crecer como persona y alcanzar esa felicidad tan deseada.
Con su libro recién publicado, hablamos con el autor de la individualidad y la recuperación del yo, de las convenciones sociales, de modelos de autoridad, de mentes rígidas y de mucho más.
«Si de verdad quieres dirigir tu conducta, no solo debes contar con tu propia confianza, sino con tu aprobación y aceptación incondicional». Walter Riso
La idea de la insubordinación psicológica es muy interesante, ¿pero por dónde empezar?
Walter Riso (WR): Hay que empezar por desobedecerse uno mismo. La obediencia ciega es peligrosa.
La desobediencia extrema es el desorden total. Es el caos. ¿Y qué hacemos entonces? ¿Puede haber una desobediencia responsable? Entonces… ¿Qué es la insubordinación psicológica? empezar por desobedecerte a ti mismo.
¿Desobedecerte a ti mismo qué es? Cuestionar las creencias, es que no todos los chips que te pusieron sirven. La mayoría son un desastre y por eso hablamos, o yo hablo, de un trashout: sacar la basura que tenemos.
La clave en el crecimiento humano no está en aprender, solamente. Es más, creo que es más desaprender, ser insubordinado psicológicamente, decir cuántas estupideces tengo en mi cabeza, quitar, quitar, quitar, quitar, es como la estrategia de la alcachofa, quitar, quitar, quitar, quitar hasta llegar a un núcleo. Y ahí, ahí vas a estar tú, limpio, inocente, para empezar.
No hay gente superior o inferior pero, ¿qué hacer con esa gente que nos “machaca”? ¿Se puede poner límites en estos casos? ¿Cómo hacerlo?
WR: Nosotros tenemos varios recursos para eso en psicología, una es el asertividad, ¿no? que es la capacidad de defender los derechos personales sin violar los derechos de los demás, lo que nos frena ahí es el miedo, la culpa, y la gente confunde agresión con asertividad. La agresión es cuando yo violo los derechos de otros. Entonces, ¿qué es lo que predica más la cultura? La sumisión. Pero los sumisos, aunque al principio producen satisfacción y piensas que son gente amable, después de un tiempo producen fastidio.
Si te educan con la idea de que uno no puede oponerse a las personas que le lastiman, te están esclavizando. Pensar eso quiere decir que esa persona va a tener un poder sobre ti.
Martin Luther King decía «no quieres que se te suban, pero entonces no te agaches». Hay que caminar sobre nuestras piernas, como decía Galeano, y hay que separar dignidad de indignidad. Cualquier cosa que afecte mi dignidad personal me da el derecho a indignarme. ¿Indignarse qué es? Es sentir ira ante la injusticia y actuar sin violar los derechos de los otros. Nada te obliga a someterte, a esclavizarte, los amos ya no existen.
Para desarrollar nuestro potencial tenemos que sacar la información basura (trashout) que enturbia nuestro sistema psíquico. ¿Nos puedes explicar un poco cómo hacerlo? ¿Es muy complicado?
WR: El desarrollo de tu potencial humano lo vas a alcanzar en la medida en que tú descubras qué quieres hacer. Tu vocación esencial, es decir, tus talentos naturales, esos que no tienes que aprender mucho, en ninguna parte, que es como un don, casi… Eso que cuando lo haces invitas sin saberlo a que la gente se te acerque, eso que pagarías por hacer -concepto que en algunas culturas se conoce como Ikigai– y que te va a ir llevando a un campo donde automáticamente toda la información basura se quita.
Ahora, a los niños hay que enseñarles a tener un pensamiento crítico, a preguntar por qué, a preguntar qué hasta cansarse. Cuando una persona tiene la capacidad de rebelarse, sin violar los derechos de nadie, sino simplemente resistiendo, por qué no lo entiende, porque no le gusta, será un inconformista.
Me ha gustado mucho el concepto de “lentificarse”. ¿Cómo crees que esto nos ayuda?
WR: Una de las características de la posmodernidad es la hiperactividad, la multitarea. Tú ves a una chica yendo a trabajar, un muchacho yendo a trabajar con un bolsito detrás. ¿Y qué lleva en el bolsito? Las zapatillas de deporte, las cosas para hacer ejercicio, el sándwich para que le alcance el tiempo.
Ahora compramos tiempo. Los minutos ya están ofreciendo que puedes comprar minutos, en el móvil por ejemplo. La multitarea lo que hace es que tú te disperses de muchas cosas y que el tiempo no te alcance.
Entonces, ¿cómo te puedes observar a ti mismo? Si llegas a tu casa cansado, no duermes bien o caes rendido. ¿Qué haces? Tienes que aprender a lentificarte. Hablo de andar más despacio, de tener momentos de lentitud, de salir un día a la calle a andar por andar. Es muy raro esto cuando la gente lo hace, «salgo a andar por andar». Entonces van caminando por la calle y se descubren que están caminando rápido. Y entonces, yo les digo: «¿y usted para dónde va?» cuando va caminando rápido. «Ah, cierto que no voy a ninguna parte, entonces… no tengo que llegar rápido a ninguna parte». No sabemos hacer eso. Es más, empezamos a competir con el que camina, a pasarlo corriendo; una competencia de maratón.
No, lentificarse es andar por andar, sembrar árboles sin esperar frutos. Hacer las cosas sin esperar resultados, quedarse en el proceso vivo y de una manera tal que nos permita adquirir información para poder mirarnos a nosotros mismos.
«Para mí, el éxito está en disfrutar de lo que haces y que te acompañe la paz interior la mayor parte del tiempo». Walter Riso.
Este libro permite poner en duda nuestro propio “yo” de redes sociales, ser críticos y dudar de las fake news. ¿Pero cómo ayudar a los adolescentes que se sientan seguros en su singularidad?
WR: La comparación es un proceso por el cual el yo, el sí mismo, la identidad de uno se corrompe. No solamente uno se corrompe por dinero, ni por cuestiones políticas, también se corrompe cuando uno se compara, porque al compararse, uno busca y termina en la imitación. Y la imitación es que yo quiero ser como aquel o como aquella. Entonces dejo de ser yo mismo. Entonces dejas de ser creativo. De ahí que haya que tener cuidado con el consumo de las redes sociales y ser críticos, o evitar una adición a ellas.