Cuando la pérdida de algo sea dolorosa y vivamos un proceso de desapego, hablamos de duelo./ Unsplash.
SALUD MENTAL
Duelo: ¿cómo podemos enfrentarnos a la pérdida sin dejar que nos derrote?
Uno de los momentos más traumáticos por los que puede pasar una persona es la pérdida. Acostumbrarse a vivir sin el otro puede resultar tan doloroso que a menudo imposibilita llevar una vida plena.
Por Mónica Heras
09 DE AGOSTO DE 2022 / 07:42
Cada vez que pensamos en un duelo inmediatamente nos viene a la cabeza la muerte de un ser querido, sin embargo no siempre tiene que ver con esto. Podemos experimentar este proceso al decirle adiós a un trabajo, durante una mudanza, en una ruptura sentimental o incluso cuando cambiamos de etapa vital. Eso sí, la intensidad y lo mucho o poco que afectará a nuestras vidas, va a depender del grado de apego que hemos tenido con lo que perdemos.
Profundizamos sobre qué es el duelo, de cuáles son las fases por las que se suele pasar y de cómo podemos superar la pérdida y seguir adelante. Para ello hemos hablado con Carlos Sánchez Polo, psicólogo en el Instituto Psicológico Cláritas, quien nos ha dado algunas pautas para comprender mejor este trance.
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El dolor del duelo
Carlos Sánchez Polo nos aclara que hablamos de duelo siempre y cuando la pérdida de algo sea dolorosa y tengamos que experimentar un proceso de desapego y recalca que es muy importante recordar que no es patológico, si no un proceso natural y necesario para procesar la pérdida. Ahora bien, aunque el duelo sea necesario para adaptarnos a la pérdida, si no lo gestionamos bien o no obtenemos el cuidado necesario de los que nos rodean, puede complicarse.
Las fases del duelo
Aunque existe gran cantidad de investigación al respecto y diferentes categorizaciones en función de cada autor, Carlos explica que hay una desde la que se conceptualiza muy bien en terapia, y esta es la propuesta de la psiquiatra Elizabeth Kubler-Ross, quien se dedicó a estudiar la muerte. Puede resultarte especialmente útil su último libro: ‘Sobre el duelo y el dolor’ completado antes de fallecer con la ayuda de David Kessler, donde experimentó en ella misma las 5 etapas del duelo.
Sánchez Polo nos describe brevemente en qué consiste cada una de estas fases. «Es muy importante recalcar que el duelo es único para cada persona, de forma que no todos tenemos por qué pasar por todas las etapas ni estar el mismo tiempo en cada una. Cada persona lleva su proceso de trauma a su manera. La clave es dar con las herramientas para que sea lo más adaptativo posible.»
- Negación. Es esa fase en la que no queremos asumir lo ocurrido porque aún resulta muy doloroso. La negación es un mecanismo de defensa al que recurre nuestra mente. Siempre y cuando sea temporal, para así poder ir recogiendo recursos y fortalezas que permitan que la persona lo vaya asumiendo, será adaptativa.
- Ira y negociación. Carlos nos indica que aquí ya empezamos a ser conscientes. Como es lógico, el ir negociando y asumiendo los hechos puede generar enfado. El aceptar la perdida puede requerir una fase previa de resignación.
- Depresión. Llegados a este punto ya lo hemos integrado y aceptado, lo cual nos genera una enorme tristeza. Aquí es cuando verdaderamente elaboramos que aquello que hemos perdido ya no está.
- Aceptación. Es cuando integramos la pérdida y empezamos a mirar hacia el presente y el futuro. Aceptamos que ya no está, lo integramos y continuamos con nuestra vida.
Superando el trauma
Partiendo de la base de que no existe una receta mágica para superar una situación difícil, y que cada persona tiene sus recursos y circunstancias, el experto nos da algunas pautas para poder seguir con nuestras vidas en momentos como este. «Lo que se ha demostrado que funciona para el duelo y el trauma es el trabajo sobre la narrativa. Es decir, el discurso interno que elabora el individuo sobre los hechos, será clave. El trauma no es por la experiencia en sí misma, sino por la percepción y por el recuerdo de la misma».
Por ejemplo, arguye el psicólogo, ante la muerte de un ser querido, si el discurso está lleno de culpa y catastrofismo, no será lo mismo que si va impregnado de compasión y calma. Con esto no pretendo caer en un positivismo tóxico de negación y optimismo ciego. Los duelos implican tristeza y eso no nos lo quita nadie. Pero sí es importante la narración que hacemos de los hechos, ya que eso condicionará el recuerdo y nos permitirá procesar el trauma hacia el objetivo final, que es superarlo.
Este es gran parte del trabajo que hacen en terapia, yendo a la interpretación de los hechos, a cómo el paciente narra lo que vivió y sigue viviendo. Además de la narrativa, también será fundamental lo que rodea a la persona. «A esto le llamamos factores de protección, cuantos más mejor. Si estamos en una situación económica favorable, rodeados de personas empáticas, con acceso a formas de autocuidado, eso ayudará muchísimo».
Según Carlos, los duelos pueden complicarse cuando el entorno no valida la reacción emocional de la persona o cuestiona la manera que tiene de sufrir por dicha pérdida. Algunos ejemplos se dan con la pérdida de mascotas, trabajos, relaciones de pareja, interrupciones en el embarazo…