Superada la treintena, tu cuerpo se llena de angiomas en cereza. Unos puntos rojos benignos que no te provocan ninguna molestia más allá de la estética. Y que no te puedes quitar en casa.
Tomarse en serio los años de transición a la menopausia, con hábitos saludables y de la mano del consejo médico, puede ser clave para que el organismo se adapte mejor a los cambios hormonales venideros
Más de 300 mujeres asistieron a esta cita donde, gracias a expertos en ginecología, deporte o nutrición, tomaron buena nota de cómo cuidar su salud hormonal para seguir cumpliendo años felices.
Durante los cinco años posteriores a la menopausia, la piel pierde un 30% de esta proteína, relacionada con su firmeza y luminosidad. La cosmética y la dieta son fundamentales para suavizar sus efectos.
Alcanzada la mediana edad, el organismo ve disminuida su capacidad para regular el ritmo circadiano y la síntesis de hormonas como la melatonina y el cortisol.
Beber agua, vestir por capas y ajustar la intensidad al momento son clave para controlar este síntoma que, por cierto, mejora considerablemente cuando se mantiene la práctica de forma constante.
Entrar en esta etapa cuando ya se han cumplido los 55 años no es algo habitual, pero le sucede a cerca de un 5% de las mujeres. Estos son los riesgos y beneficios que conlleva esta situación.
La bajada de estrógenos del climaterio y su antesala hace necesaria una ayuda para gozar de una buena calidad de vida.
El té contiene sustancias antiinflamatorias y una baja cantidad de cafeína, por lo que es uno de los remedios más sabrosos y eficaces para combatir todo tipo de cefaleas.
El entrenamiento de fuerza es uno de los más efectivos para mantenerse en forma durante esta etapa. Además de tonificar la masa muscular, ayuda a proteger los huesos y sentirse con más vitalidad.
Irritabilidad, deseos de gritar, falta de energía... Las alteraciones emocionales son muy comunes en esta etapa. Comprenderlas y llevar un estilo de vida saludable es fundamental para limitar su efecto.